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jueves, 30 de abril de 2009

Se firmó el acuerdo para el Sector Obra

La FATIDA firmó la nueva escala salarial en
vigencia desde abril para los trabajadores Gráficos del Sector obra.

ESCALA DE SALARIOS BASICOS PARA EL SECTOR OBRA

Para todos los trabajadores gráficos comprendidos en el CCT 409/05.

(Según acta acuerdo firmada con FAIGA y presentado al MTEySS el 29-04-2009).

(Expediente 1.103.562/05)

Abril y Mayo de 2009

CATEGORIAS

NUEVO BASICO

184 horas

175 horas

150 horas

10

3.065,30

16,66

17,51

20,43

9

2.817,13

15,31

16,09

18,78

8

2.602,85

14,14

14,87

17,35

7

2.417,32

13,13

13,81

16,11

6

2.232,65

12,13

12,76

14,88

5

2.081,01

11,30

11,89

13,87

4

1.963,60

10,67

11,22

13,09

3

1.840,89

10,00

10,51

12,27

2

1.756,17

9,54

10,03

11,70

1

1.711,50

9,30

9,78

11,41

Adicionales de convenio

Pesos

Bonificación por antigüedad (Art. 31)

$ 20,53

Vale de comida (Art. 59)

$ 21,00

Subsidios por fallecimiento y gastos de sepelio (Art. 56 y 57) :

Subsidios por fallecimiento rige desde el 1º de Julio de 2009

$ 35.200,00

Subsidios por gastos de sepelio (rige desde 1º de Julio de 2009)

$ 3.600,00

Aportes a cargo de la empresa y del trabajador (50% cada parte):

Desde Julio de 2009: $ 25,60 en total. Aporte del trabajador

$ 12.80


Documento emitido por el Consejo Directivo de la FATIDA, con motivo del DIA DEL TRABAJADOR

1º de Mayo: DIA DEL TRABAJADOR


En esta nueva conmemoración del 1º de mayo, Día del Trabajador, saludamos a todos los compañeros gráficos del interior del país, con nuestros anhelos de que esta significativa y fundamental fecha para todos los trabajadores del mundo, nos encuentre reforzando la participación y la unidad en nuestras organizaciones sindicales para la mejor defensa de los intereses y derechos del movimiento obrero.

Hoy, las especiales circunstancias en las estamos inmersos, a nivel mundial por la crisis financiera desatada en los centros del poder económico y provocada por los que han antepuesto los principios de las ganancias desmedidas y la especulación por sobre todo atisbo de desarrollo social, nos obligan a una seria reflexión sobre el compromiso que deberemos asumir para defendernos y ser dignos de los que entregaron sus vidas por los derechos de los trabajadores.

A nivel nacional, también estamos ante momentos cruciales. No sólo por las consecuencias de la crisis internacional, sino porque este 1º de Mayo nos encuentra ante definiciones fundamentales para el futuro de nuestro país y por ende para el movimiento obrero. Lejos estamos de acercarnos a una de nuestras banderas esenciales: la justicia social, pero es necesario reflexionar sobre el significado de muchas de las medidas adoptadas por el gobierno nacional, que han aportado estratégicamente a un proyecto de país más independiente y soberano. Se sitúan en ese camino –y a modo de ejemplo- las estatizaciones ya realizadas, la consolidación de las relaciones con los países hermanos de Latinoamérica y más cerca el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales que aspira a terminar con el monopolio informativo de los grupos económicos.
Desde el movimiento obrero, debemos rescatar las modificaciones a las leyes laborales y por sobre todo, la estatización de los fondos previsionales, que terminaron con uno de los despojos de la era neoliberal. Falta sin duda la profundización de este proyecto, pero es imprescindible tener presente que todo esto se da en medio de un ataque sin precedentes a un gobierno elegido democráticamente, proveniente de los sectores que han pretendido y pretenden volver a las conocidas recetas del ajuste permanente y al ensanchamiento de la brecha de la desigualdad.

Por esto decimos que hoy es fundamental tener en claro dónde están nuestros intereses como trabajadores, y cuál es el proyecto de país que los contempla para avanzar hacia nuestros objetivos de justicia, dignidad e igualdad.

Los “Mártires de Chicago” de aquel lejano 1º de Mayo de 1886 y los miles de dirigentes sindicales y trabajadores que entregaron sus vidas para terminar con la explotación y las injusticias, nos exigen un compromiso de unidad, organización y lucha por nuestro futuro y el de nuestros hijos.

miércoles, 29 de abril de 2009

Plenario de Secretarios Generales de la FATIDA



El Miércoles 29 de abril, con 24 filiales presentes
deliberaron los Secretarios Generales de la FATIDA.





El plenario fue abierto por el Secretario General de la FATIDA, compañero Enrique Marano, y se dio un amplio informe sobre las tratativas hasta ese momento dentro de las paritarias en ambos sectores. En tal sentido los compañeros Lucio Castillo, Ilda Bustos y Faustino Rosales dieron detalles de las negociaciones.



Por moción del compañero Segundo Rodriguez, debidamente apoyada por varias filiales presentes, se resolvió aceptar el nuevo acuerdo con FAIGA, que establece un 5% para abril y mayo sobre los básicos consolidados, un 3% para los meses de junio y julio, otro5% para agosto y setiembre y un 2% mas para octubre. Las partes acordaron volverá reunirse dentro de los últimos 10 días del mes de octubre de 2009, a los fines de analizar la evolución salarial para el período posterior y establecer, si correspondiere, en adelante los básicos de convenio. (ver escala en el siguiente post). Expuso también sobre negociación colectiva invitado especialmente el Dr. PabloTopet, en horas de la tarde y luego de un refrigerio se dio un informe sobre la situación de la OSPIDA, generándose un debate en el que participaron varios compañeros. Seguidamente hizo una exposición el Director Médico de la OSPIDA, Dr. Jorge Rachid. Cerro el plenario el compañero Marano.


jueves, 23 de abril de 2009

Feos, sucios y malos





Un artículo del Dr. Jorge Rachid


La película italiana del neorrealismo que lleva ese título, sirve de sostén para caracterizar todo aquello que por oponerse al sistema, es caracterizado de esa manera. Pueden ser personas individuales, partidos políticos o instituciones siempre y cuando sus posturas sean contrarias a lo “políticamente correcto”, lo que “está bien” o lo que es formalmente “aceptable”.

El Peronismo en cualquiera de sus versiones se lleva las palmas de oro de esa caracterización a través de los medios de comunicación, de los editorialistas, los opinólogos y periodistas que estigmatizan a diestra y siniestra todo bicho que camina, en casilleros maniquéos del “deber ser” mas allá del fondo de las cuestiones analizadas, nunca profundizadas, en una banalización y frivolización informativa, que si no fuese por la gravedad del tema, debería ser ironizada con humor.

Es así aún cuando el debate del país amerita una discusión sobre ejes que determinen y fijen políticas de Estado frente a la crisis mundial del neoliberalismo financiero, que en nuestro país se niegan, quienes informan, a conectar con la situación nacional. Entonces pese a estar controlando los índices de empleos y proponiendo políticas activas anticíclicas, los titulares son: cuanto de menos hemos crecido en relación al año pasado, como se achicó la balanza comercial con Brasil, como cayeron los Bonos en la Bolsa, cuanto disminuyó el PBI con respecto al mismo mes del período anterior, cuanto va a afectar la vaticinada y nunca llegada crisis energética, entre otros titulares catástrofes destinados al efecto pánico, siempre presente en procesos electorales.

No quiere decir esto que no existan problemas. Es más: la hipoteca social pendiente del Gobierno Nacional debe ser un tema debatido, analizado y consensuado en propuestas que marquen el inicio de una etapa de construcción de un nuevo modelo social solidario, con eje doctrinario peronista que instale en el marco de la cultura del trabajo, el concepto de la Comunidad Organizada como mecánica de dirimir los conflictos de intereses desde el Estado, evitando las presiones lobystas y mediáticas de los grupos de poder. Es un tema y una responsabilidad pendiente, no solo del gobierno sino de todo el peronismo y el movimiento nacional y popular si quiere recuperar su raíz histórica de compromiso con los sectores mas humildes y desprotegidos de nuestra comunidad.

Por esa razón cualquier medida de avance tiene una lectura perversa, porque los “sucios, malos y feos” no pueden realizar otras acciones que no sean contrarias a todo lo conocido y supuestamente respetado. Así cuando los desocupados ( sucios) ocupan las calles los medios hablan del derecho de los demás, cuando cortan los ruralistas (limpios) es en defensa de un reclamo legítimo; si las candidaturas se deciden colocando las personas mas representativas del movimiento nacional (feos) son una manipulación, si lo hacen los partidos del sistema (limpios) jugadas honestas; si se despliegan banderas en el fútbol contra la monopolización de la televisión en las barras (malos) se esta apuntalando la delincuencia, cuando se forman grupos de desalojo por violencia institucionales en CABA (buenos) aunque ejerzan la de la peor manera, es para mantener Buenos Aires Limpio.

Olvidan que el peronismo fue el encargado de hacerse pie en las diferentes crisis que soportó el país, la última del 2001, una de las crisis mas espantosas por el daños social que recordemos. No recuerdan que desde 1994 el movimiento obrero organizado fue el único sector social de poder que, poniendo en juego y arriesgando sus propias estructuras sindicales, enfrentó al neoliberalismo, las privatizaciones, las AFJP, las ART, al FMI y al BM, en la calle y con acciones junto a los desocupados echados del sistema social, por la prepotencia financiera, especulativa y codiciosa.

Sin embargo ese movimiento obrero es hoy blanco de todo tipo de caracterizaciones, en especial por sectores llamados a si mismos “progresistas” que, con pensamiento eurocentrista, desconocen el valor y los códigos de la defensa del trabajo como bien social y de la identidad nacional como bien colectivo. Puede haber muchos dirigentes pasibles de críticas y sanciones, pero el movimiento obrero como sujeto político es indispensable en el andamiaje de una sociedad mas justa, equitativa y solidaria. Por eso es combatido, en especial, cuando comienzan los procesos redistributivos de la riqueza, cuando el reclamo de los trabajadores altera profundamente la placidez acumulativa del capital, que como nunca en la historia de la humanidad, provocó tanto dolor, sufrimiento y pobreza a millones de personas de la mano del neoliberalismo.

El Peronismo es “el hecho maldito del país burgués” decía el maestro John W. Cooke, que caracterizaba correctamente la etapa de irrupción del movimiento nacional en el país de las vacas gordas. “El aluvión zoológico” lo caracterizó la oligarquía, tan conmovida entonces como hoy por la aparición de nuevos actores, nuevos convidados a las mesas del poder. Estaban catalogando en su concepción, a una subcultura, denigrando y estigmatizando las corrientes populares, lo cual bastó para criminalmente bombardear Plaza de Mayo un día de semana al mediodía, con mas de 400 muertos civiles, con aviones militares en nombre de la democracia, la libertad y la Patria, acorralando a un gobierno democrático elegido por los “salvajes votantes argentinos que no sabían que hacían”.

Deberían leer nuestros columnistas de los medios gráficos a Vivianne Forrester en su libro “El Horror económico” y “El crimen occidental” para sentirse reflejados en la complicidad de los genocidios cuando las subculturas que, como denomina el “poder”, comienzan a ser perseguidas. Pasó en la Argentina, en la complicidad masiva del 76 cuando la consigna era a cualquier precio terminar con el gobierno Constitucional a seis meses de las elecciones. No fuese cosa que otra vez los feos ganasen, los sucios gobernasen y los malos nos pegasen. Así nos fue a los argentinos con silenciosos y silenciados secuestros, junto a exclamaciones en la prensa escrita sobre la necesaria interrupción democrática en nombre de los altos valores de la civilización occidental y cristiana, aclamando a las fuerzas armadas y justificando el genocidio, el secuestro de bebes que hasta hoy no hemos podido recuperar con identidad y la persecución de millones de compatriotas.

Deberían leer a Perón quienes son capaces de agraviar el avance del UNASUR, el Banco del Sud y el sistema de Defensa acordado por todos los países. Sería deseable que el periodismo preguntase a los candidatos que medida tomarían con el proyecto continental y las relaciones con Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Chile y el resto de Latinoamérica. Preguntar que harían con las AFJP y los Derechos Humanos en especial si volverían las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Si por conservar las formas hubiesen dejado a la Corte Suprema anterior, sin sacudir el polvo de tanta ignominia. Que harán con las leyes laborales que reinstalaron las Convenciones Colectivas, el Consejo del Salario Mínimo y derogaron la flexibilización laboral. Como se llevarán con el movimiento obrero en sus reclamos y si reprimirán la protesta social en las calles, además de permitir la libertad de empresa que existe hoy en la Argentina, donde cada uno dice las barbaridades infundadas que quiere sin beneficio de inventario. Dejarán quizás el tema petrolero sin tocar, ni las empresas privatizadas sin alterar, para garantizar seguridad jurídica a los de afuera e inseguridad de bolsillo a los de adentro. Seguiremos con los tribunales en EEUU para dirimir cuestiones nacionales y los dictados de los organismos de crédito internacional acaso? Cual sería el proceso de acumulación de riqueza si el financiero que nos llevó a la ruina o el modelo de producción y trabajo.

Podemos seguir con las preguntas que nos hacemos quienes somos peronistas aunque no oficialistas, pero mucho menos somos parte del “aliento fétido del orangután” que hoy se desparrama por los medios. Somos parte de la responsabilidad de construir una Nación, desde el lugar que sea por haber asumido un compromiso con el pueblo y con la Patria. Algunos los hacemos sembrando ideas, confrontando cuando podemos, sufriendo las oportunidades perdidas, pero intentando visualizar un camino, aún a costa de nuestro tiempo biológico.

Los procesos políticos los escriben los pueblos con sus tiempos y sus pausas, pero sin duda, quienes nos oponemos a transitar las alfombras del poder económico, además de negros seguiremos siendo sucios, feos y malos.

lunes, 20 de abril de 2009

El 30 de abril, todos al acto de la CGT


Por un país en paz, con
Justicia
Social y en
democracia. Los
trabajadores
vamos a
movilizarnos en defensa
del trabajo, de los salarios
y por la dignidad.
La FATIDA y la Agrupación Gráfica Nacional "7 de Mayo" invitan al acto del 30 de abril a Hs. 15.00. Saldremos de la Sede de San José 715 encolumnados con todos los compañeros del interior que no dudamos van a estar presentes. El acto se hará en el emblemático e histórico lugar de Av. Belgrano y Av. 9 de Julio.

jueves, 16 de abril de 2009

Prevencion contra el dengue

Información de interés para prevenir el dengue


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miércoles, 15 de abril de 2009

QUE NO NOS CONFUNDAN

Son tiempos políticos y los enemigos del pueblo están en campaña. Desde esta
Agrupación, y fieles a nuestro pensamiento, aportamos al esclarecimiento de los compañeros
para que no nos dejemos confundir.





Se imaginan si con estas "ideas y contradicciones" nos llegan a gobernar estos personajes?


Se reunió la Comisiòn para la igualdad de oportunidades de la FATIDA

En la sede de la FATIDA, el pasado 3 de abril se desarrolló una jornada de capitación en la que participaron las mujeres que integran la Comisión para la igualdad de oportunidades. Al comienzo de la Jornada hizo la presentación y dio la bienvenida a las participantes la compañera Ilda Bustos, Secretaria Gremial y de Interior de la Federación, en dicha presentación se encontraban también el compañero Secretario General Enrique Marano, el compañero Lucio Castillo, Secretario Adjunto y el tesorero Julio Sànchez.

El compañero Marano se dirigió a las presentes expresando la satisfacción por la presencia de las compañeras y deseo a las mismas una buena jornada de labor y capacitacion y sobre todo el compromiso que las mismas deben tomar para continuar con estas tareas dentro de nuestra Federaciòn. El compañero Castillo seguidamente brindo una charla sobre la situación actual de nuestro gremio en lo que hace a las negociaciones paritarias de convenio.
En la oportunidad actuaron como disertantes La Licenciada María Rigat quien hablo sobre la problematica del genero en la Negociación Colectiva y la Dra Manuela Gonzalez sobre Problemas de genero y violencia, en tanto el Dr. Jorge Rachid, dio un pantallazo politico sobre la actualidad nacional. En resumen una maratonica pero positiva jornada la que vivieron las compañeras, quienes se mostraron participativas y entusiasmadas en trasladar lo aprendido a las filiales que representaron. En la ocasión las participantes emitieron un comunicado que se transcribe a continuación:


JORNADA DE CAPACITACION

COMISION PARA LA IGUALDAD DE
OPORTUNIDADES

3 DE ABRIL DE 2009 – SAN JOSE 715 – BUENOS
AIRES

En la ciudad de Buenos Aires, en la sede de la FATIDA, se reúne la Comisión para la Igualdad de Oportunidades, a los fines de realizar la Jornada de Capacitación resuelta en el Encuentro de la Comisión llevado a cabo en la sede del Sindicato Gráfico de San Luis, en octubre de 2008.

Ratificando la importancia de reafirmar el trabajo de la Comisión, con el firme propósito de contribuir al fortalecimiento de nuestras organizaciones, promoviendo la efectiva participación de las compañeras trabajadoras gráficas a través de la capacitación, de la integración en la toma de decisiones y en todas las actividades sindicales, objetivos que forman parte de las resoluciones de nuestra Federación, sobre todo teniendo presente la realidad imperante en el mundo y en nuestro país –ante la crisis financiera internacional- que nos impone un firme compromiso en la defensa de nuestros intereses y derechos como parte de la clase trabajadora.

Asimismo, en la convicción de que el conocimiento es fundamental para el mejor desarrollo y logro de los objetivos fijados, esta Comisión para la Igualdad de Oportunidades de la FATIDA resuelve:

Reafirmar el camino emprendido para asegurar el funcionamiento de la Comisión, utilizando para ello todas las herramientas que faciliten la participación, coordinación y comunicación entre quienes la integran.
Establecer el plan de trabajo cuya continuidad tendrá lugar juntamente con la próxima actividad que se desarrolle en el seno de la FATIDA, para la cual las compañeras responsables deberán establecer la fecha.
Que la próxima actividad grupal de capacitación tenga como tema “La salud laboral y medio ambiente de trabajo”.
Que ante el informe brindado por la compañera Claudia Agüero, de San Luis, sobre el conflicto que se desarrolla en la planta gráfica de la empresa Della Penna de esa ciudad, y que está ocupada por sus 160 trabajadores en resguardo de la fuente de trabajo y de sus derechos, hacer llegar el más firme apoyo y solidaridad con quienes hoy están llevando adelante esa lucha. De la misma manera, se compromete a buscar las formas de que este apoyo se materialice a través de aportes que se logren de cada una de las filiales que componen esta Federación.

Firman las compañeras: Angelita Arrascaeta (Tandil), Claudia Aguirre (Bahía Blanca), Claudia Agüero (San Luis), Ana Classio (Santa Fe), Catalina Avila (Santa Fe), Cristina Cata (Tucumán), Vilma Bazán Barrionuevo (Córdoba), Olga Herves (La Plata), Mónica Alvarez (La Plata), Andrea Olivera (Salta), Alejandra Ledesma (Catamarca), Liliana Leiva (OSPIDA), Ilda Bustos (FATIDA).

domingo, 12 de abril de 2009

LOS MUERTOS INVISIBLES.


Un Artículo de Jorge Rachid
Las crónicas diarias de los medios de difusión nos entregan dramáticas escenas de tiroteos, asaltos, accidentes de tránsito y últimamente, epidemia de dengue, en una sucesión sin fin de calamidades que nos llevan a un estado colectivo de angustia y crispación, buscando culpables por doquier, de manera de aliviar culpas y dolores propios. En general el Gobierno, por acción u omisión, es el principal destinatario de acusaciones, especialmente durante esta etapa electoral.

Invitados a leer los principales medios del mundo, uno encuentra que casi todos remiten los hechos violentos a las secciones policiales, los accidentes de tránsito a las páginas de sociedad y los episodios médicos a la sección correspondiente. Pero en nuestro país el repiqueteo constante instala una sensación de pánico colectivo, aunque los índices delictuales sean iguales o inferiores a otros países. Sin embargo muchos otros hechos son silenciados, ocultados y sesgados de la información cotidiana, en especial los referidos a sectores que no interesan en la pugna política ni forman parte del tironeo de intereses siempre presentes en el formato de la información.

Si contásemos diariamente los muertos por accidentes de trabajo, que suman casi tres por día, sumados a la cantidad de accidentes no fatales pero invalidantes que se producen a cada instante en los mismos lugares de trabajo, estaríamos frente a un Cromañón cada sesenta días. Sin embargo esta estadística no publicada, no tiene ni siquiera seguimiento desde la página oficial de quien supuestamente es la autoridad de aplicación, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Esto así, por cuanto desde el año 2006 no se publican los informes que son parte de la responsabilidad de la institución, además de velar por la salud de los trabajadores, de ese ente de ley producto de la Ley 24557.

Es la misma ley que fue declarada inconstitucional por más de 200 fallos en el país y la Corte Suprema de Justicia de la Nación le declaró inconstitucional los artículos 39 y 46, que cercenaban a los trabajadores la posibilidad de acudir a la Justicia y establecía el pago en “cómodas” cuotas a las aseguradoras llamadas ART. Esa Ley en la práctica inviable, rige aún hoy para los trabajadores, mientras observamos impotentes como siguen sufriendo consecuencias severas en su salud ante la falta de inversión y responsabilidad de las A.R.T. , de los empleadores en Salud y Seguridad en el trabajo y ante el dolo en el tratamiento de la ecuación capital–trabajo, con absoluto desprecio del ser humano en la cadena de producción.

Uno se pregunta como médico y analista de la Seguridad Social, si en otros países del mundo al cual hacemos referencias y “queremos” parecernos, en la realidad macroeconómica y financiera, se manejan con tanta impunidad y complacencia con los homicidios dolosos producidos a diario en el trabajo y si estos se producen con la asiduidad como lo hacen en nuestro país. No existen los accidentes ni las enfermedades del trabajo incausadas. Ellos son producto de la falta de inversión empresarial en prevención y educación de los trabajadores. El contrato de trabajo en la Argentina conlleva el viejo slogan en negativo, (“el trabajo no es salud”), ya que las condiciones laborales en cualquier actividad está dotada de peligros con riesgos inminentes para la salud de los trabajadores, tanto por condiciones laborales como ambientales mucho mas tóxicas que las permitidas por ley.

En España, por ejemplo, cualquier accidente fatal de trabajo es seguido por prisión preventiva para los responsables de la empresa, al igual que cualquier homicidio doloso en nuestro país. Después se analizarán atenuantes si los hay, pero en todos los casos dentro de una causa judicial en sede penal. Los muertos del trabajo no tienen amparo, los inválidos sólo la ayuda de la Seguridad Social, los familiares la pensión y la cuota parte del muerto en cuotas con monto fijo, diferente y menor a otros argentinos muertos en otras circunstancias. Tan es así que en los accidentes ocurridos en medios públicos de transporte, la vida del chofer, piloto, azafata o personal de la empresa, vale menos que la de los pasajeros que lleva, por el sólo hecho de estar trabajando.

Las ART según la Ley, son responsables junto a las empresas del cumplimiento de ley, y sin embargo en el caso de los exámenes en salud, desde el exámen médico preocupacional hasta los periódicos de seguimiento son incumplidos en el gran porcentual de los casos, y en otros el cumplimiento es simplemente para cumplir una formalidad. Conocemos profesionalmente casos en que el mismo contenido del exámen médico se practica para el empleado administrativo que para el trabajador hombreador de bolsas de 50 kilos; el mismo para un chofer que para un trabajador de lavaderos, sin permitirnos hablar de los peones rurales ni del trabajo infantil prohibido en toda la legislación nacional e internacional, pero presente en el trabajo diario de recolección y selección del tabaco en el norte argentino y del algodón en el Chaco y su zona. Todos los actores sociales miran para otro lado; el Fondo Nacional del Tabaco continúa liquidando con recursos de todos los argentinos mientras las tabacaleras explotan criaturas menores de 10 años y otros chicos trabajan de sol a sol en la recolección algodonera y se solicitan reintegros sobre exportaciones de aceites realizados a expensas de trabajadores infantiles. Por supuesto todo en situación de no registrados, y, fuera de cualquier amparo legal o sindical para los niños y sus familias.

Volviendo al tema de los accidentes de trabajo, notamos que se ha instalado en la autoridad de aplicación el concepto que las hernias en general no provienen del trabajo realizado, sino que resultan defectos de los individuos y como tales se las califica como “enfermedades inculpables”. No son derivadas del trabajo que realizan, sino taras de formación en un todo de acuerdo con las aseguradoras, cuya principal finalidad es el lucro logrado al no pagar enfermedades del trabajo como tales. Se ha colocado a la Seguridad Social en el rol de atender todos los problemas de salud derivados del trabajo a través de las Obras Sociales, incluso por demandas judiciales que nunca afectan a las ART que rechazan alegremente las denuncias esperando el dictamen de las Comisiones Médicas, mientras el trabajador es atendido en su urgencia por su cuenta y riesgo. También forma parte de esta derivación de esfuerzos médicos el Hospital Público, siempre primera estación ante el infortunio, mientras las aseguradoras siguen cobrando su porcentaje de la masa salarial como antes las AFJP, cuyos principales accionistas siguen siendo los mismos, con su grado de desprecio por la calidad de vida de los trabajadores, cuyo único capital es la salud, que arriesgan diariamente por su sustento, cuando deberían estar cuidados y protegidos por las máximas medidas de Salud y Seguridad en el trabajo.

Son casi ochocientos mil los accidentes de trabajo ocurridos por año, tomando en cuenta sólo el ocurrido a personal registrado, y si esa cifra le sumamos un 39% de trabajadores “No registrados”, mas el trabajo infantil ya denunciado, es dable sospechar una cifra mayor. De los ocurridos y denunciados, casi un 7% tienen lesiones gravísimas que llevan a la invalidez, o sea decenas de miles de trabajadores en edad económicamente activa que ingresan a la Seguridad Social como inválidos por accidentes de trabajo anualmente. Ni un solo responsable es juzgado por ello, ni una sola aseguradora fue juzgada por enviar a trabajos no aptos a individuos que padecían determinada conformación o patología no detectada en esos análisis burocráticos para cumplir con la ley. Así vemos jóvenes de 30 años con discopatías múltiples por levantar mas de 50 kilos en carga y descarga durante 12 horas, medias reses durante jornadas enteras, rollos textiles de 80 kilos, presentando todos ellos columnas envejecidas, con envejecimiento precoz, que son rechazadas por las ART con la complicidad de la SRT, cuando todos sabemos que en el mundo, por legislación internacional, está prohibido levantar a mano por los seres humanos, mas de 23,500 kilos.

Cuidar a nuestros trabajadores, es cuidar el trabajo argentino, es cuidar el crecimiento y recuperar la solidaridad como eje de construcción de un modelo social diferente al neoliberal que instaló la flexibilización laboral, las jubilaciones privadas extorsivas y falaces, y las ART como forma de privatizar el control de la higiene y seguridad del trabajo. Así, con masas desocupadas pugnando por entrar al mercado laboral, las condiciones de quienes conservaban el trabajo se deterioraban, las demandas salariales disminuían y quienes reclamaban quedaban fuera del mercado y de la vida. Esto no debe volver y debemos transitar un duro camino aún para desmontar lo estructural del neoliberalismo en el marco del trabajo, principal sector afectado junto a la deuda interna por la irrupción de una cultura contraria al modelo social solidario de la cultura del trabajo.

Si los trabajadores, los niños explotados, los jóvenes pobres sin proyecto de vida, siguen figurando fuera de agenda excepto para programas televisivos morbosos en mostrar la marginalidad, cuando sólo sirven para sesudos congresos de analistas sociales en donde las estadísticas reemplazan la corporización humana del drama cotidiano, la lucha cotidiana por la supervivencia se da en las peores condiciones, con muertos invisibles, con niños sin futuro, con inválidos ocultos , con toxicopatías diseminadas en adolescentes sin destino, todos ellos aún en vida sin respuestas de compromiso social solidario, no saldremos nunca de una sociedad enferma. No se movilizan las capas medias por esos hechos dramáticos, no forman parte de la crónica diaria, no se cortan rutas ni se llenan espacios vacíos de noticieros con los cadáveres de obreros ni de niños que no deberían morir, que forman parte de las estadísticas de enfermedades pero que se desarrollan sobre cuerpos deteriorados e inmunodeprimidos por condiciones de vida.

El Estado Nacional ha mejorado en estos últimos años su presencia en las necesidades sociales básicas, pero hace falta avanzar en políticas sociales y sanitarias desde un marco estratégico de resolución del drama estructural ocasionado por treinta y tres años de ejercicio activo de políticas neoliberales. Es necesario plantearse un modelo de construcción social que además de ampliar como lo ha realizado el mercado del trabajo en 3,5 millones de trabajadores incorporados al mundo laboral desde el 2003, las condiciones de trabajo garanticen su salud y su continuidad, que contenga socialmente a los niños y adolescentes, a sus madres y su familia, con pautas de inversión social que determinen indicadores de vida en alza, con presencia diaria del Estado y contención permanente al desamparo social ocasionado por años de abandono, desidia e incomprensión.

Derrotar la concepción paternalista del Estado, la forma perversa de la beneficencia, la privatización de la responsabilidad en las ONG, son cuestiones duras a resolver con política, con visión a largo plazo, con políticas de Estado y con compromiso social pleno, humanizando la práctica y el discurso porque cada argentino, viva donde viva, sea del origen que sea, piense como piense, merece las mismas condiciones de vida y de desarrollo que quienes tienen presencia mediática y protagonizan presión social sectorial permanente por sus propios intereses. Los trabajadores, los niños explotados, los adolescentes sin educación ni trabajo, los desamparados, siguen siendo el subsuelo de la Patria al decir de Scalabrini Ortiz, en los medios de comunicación y en el inconciente colectivo del país.

domingo, 5 de abril de 2009

LA ARGENTINA Y UN SISTEMA DE RELACIONES LABORALES EN EL QUE EL TRABAJO ES UN VALOR SOCIAL

Escribe Pablo Topet.
Consultor en Negociación Colectiva y Relaciones Internacionales del Trabajo. Ex. Director Nacional de Relaciones del Trabajo de la Nación. Profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Nuestro sistema de relaciones laborales y el valor del trabajo.

El sistema de relaciones laborales de nuestro país se vincula – de modo similar a lo que ocurre en las naciones mas desarrolladas- con dos cuestiones que son centrales para sus habitantes: las remuneraciones de los trabajadores y sus condiciones de trabajo o, dicho de otro modo, con un trabajo de calidad –para el que lo realiza- que, cuando es digno, se lo considera “trabajo decente”.
Cuando el sistema funciona bien los salarios son adecuados y suficientes para satisfacer las necesidades básicas –la salud, la alimentación y la vivienda- y las sociales – la educación, la cultura, la realización personal- de quienes los perciben. En ese caso hay una justa distribución del producto que -el resultado económico de un país, la suma de las ganancias por la producción de bienes y la prestación de servicios- puesto que reparte sus beneficios con equidad. El progreso les llega a todos. Cuando constatamos que se cubren ambas necesidades y los deseos y las expectativas de la gente son satisfechas en buena medida, sostenemos que hay Justicia Social.
Claro esta que para garantizar o procurar aquellos resultados deben implementarse políticas laborales y sociales, puesto que nada sucede sin decisiones políticas. La economía es como la sociedad y quienes gobiernan quieren que sea –obviamente no pueden desatender las restricciones externas ni los limites tecnológicos y de infraestructura internos que incluye los recursos- que luego se expresara en el de los trabajadores, no es verdad y tampoco es sensato creer que “una mano invisible” –la celebre metáfora liberal para rechazar las intervenciones estatales- pueda ser la que ordena y logra los resultados mas justos de “los mercados” –el lugar de los intercambios de cosas-. Los mercados al decir de algunos medios tienen conductas humanas, y se despiertan cada mañana serenos o preocupados, a veces se enojan y luego se calman o viceversa, son como los personajes de conductas cambiantes. En ellos –enfatizan sus portavoces mas entusiastas- hay preocupación cuando hay reclamos salariales siendo estos uno de los motivos más notorios de su recurrente malestar. La incomodidad de los mercados –dicen sus mas acérrimos defensores- se salda cuando se aplacan las expectativas de los sindicatos y sus representados y todos “comprenden” la imprudencia de pedir mas allá de lo la economía puede asignar a los trabajadores. Si no lo entienden se convierten en “desestabilizadores” y culpables de los padecimientos de la sociedad.

Es verdad que el nivel de salarios depende, como hemos afirmado, en buena medida de la estructura de cada país, su capacidad productiva, su desarrollo tecnológico, el perfil que ha adoptado para producir riqueza, la manera en que se regula el trabajo y la productividad entre las variables mas relevantes. No es lo mismo el trato económico que puede aspirar a gozar un obrero alemán que el de alguna nación pobre del continente africano. Por ello es importante la acción sindical internacional para que esta desigualdad no sirva para agravar aun mas la situación de los trabajadores por el dumping social que realizan algunos estados al apostar para ser competitivos a un trabajo que puede desde ser esclavo o realizado por niños o lisa y llanamente indigno.

Así las cosas, cuando no se alcanzan ciertos equilibrios, es posible que se afecte el empleo; empleo y salarios están asociados porque hay una ligazón entre las cantidad de trabajo disponible y lo que se paga por su realización. Pero esta relación no implica precariedad laboral –por lo menos no necesariamente-, puede, por el contrario, ser una alianza virtuosa. Y, ello sucede cuando la opción productiva y social valoriza el trabajo –y de este modo al trabajador- y procura beneficios, equidad y distribución, preservando la eficacia productiva –empresas viables, productivas y aptas para competir en los mercados internacionales-.

El convenio colectivo: la opción inteligente.

El camino inteligente –el que ha inspirado las políticas laborales de los últimos años- estimula para cumplir aquellas tareas el desarrollo de la negociación colectiva en todas las actividades y para todas las funciones. El convenio colectivo es el modo que la democracia avala, promueve y apoya para aquella gran tarea, y por dicha circunstancia los procesos de negociación que lo anteceden deben cumplir ciertos requisitos: realizarse de buena fe –la intención de acordar- y realizarse con fundamentos racionales –los que negocian deben estar informados- Todo ello supone sujetos representativos y con capacidad de cumplir con los pactos en el caso de los empleadores, y de capacidad de presión por parte de los sindicatos para “obligar a negociar” a las empresas. Cuando no hay organización sindical fuerte o cuando el empleador no es representativo el sistema no sirve, funciona mal. Y allí el Estado aparece para con el fomento de la negociación colectiva promoviendo acciones estatales para remover las causas de la ineficacia del sistema.

En tiempos difíciles.

Cuando alguna circunstancia histórica especial –como la que sacude al mundo actualmente- lo requiere, se acude a los que se denominan Pactos Sociales. Aquí en forma mas evidente –en su necesariedad- aparecen los requisitos de la negociación colectiva, pero además a los actores sociales se les suma un tercero, el de asumir un compromiso mas elevado con la sociedad en su conjunto, puesto que en momentos de excepción, como ha dicho el Ministro de Trabajo, deberían integrarse a estas instancias indicando que es lo que aportan y no que se puede obtener. La creación de un Consejo Económico y Social institucionalizara esta necesidad – la de alcanzar consenso sobre cuestiones generales -que la crisis internacional ha provocado Y es muy valioso que goce del consenso de las representaciones convocadas...

Y, todo este andamiaje de nuestro sistema de relaciones laborales –complejo y producto de una historia rica en gestas colectivas y sacrificios personales- que el mundo del trabajo en nuestro país ha consolidado –con instituciones, con relaciones permanentes, con consensos, con formas de resolución de conflictos, con convenios colectivos que cubren prácticamente todas las formas de trabajo asalariado privado y publico- no implica desatender la necesaria existencia del conflicto social que esta incorporado en las estructuras productivas de los países con economías de mercado-. Hay intereses propios de los empleadores y los hay de los trabajadores y esto genera un conflicto. Pero este conflicto lejos de constituir un problema para las democracias se considera una oportunidad, un medio para el desarrollo y el progreso, un hecho que aceptado en su funcionalidad permite resolver en forma autónoma –a los trabajadores organizados en sindicatos y a los empleadores -los problemas y las inequidades que el propio sistema genera.

Por ello –por las injusticias que el conflicto pone al desnudo- se dictan normas para proteger a los más débiles y garantizarles unas garantías mínimas, un piso de derechos que se conoce como Orden Publico Laboral, que luego va a ser mejorado por la acción sindical al pactar convenios colectivos. No hay sociedad justa que pueda sostenerse ni legitimarse si no existen estas normas que, o las dicta el estado, o se pactan en convenios colectivos. Así nos preservamos de ser un país en el que la producción y la inserción en el comercio internacional no se sustentan en la degradación de las condiciones de trabajo y empleo. Dicho de manera más prosaica, hay que defender a rajatabla la idea de que gana el partido el que hace mejor las cosas y no el que tira más patadas.

Es justo indicar que los sindicatos han hecho un gran esfuerzo para protegernos de la ignominia del trabajo esclavo, del trabajo sin protección, de la discriminación, se han agrupado en instancias regionales e internacionales para hacer oír su voz en todos los niveles. Argentina esta en el mundo y si bien no debe resignarse a un papel pasivo tampoco puede considerarse que esta al margen de algunas de sus reglas –nada generosas para los países menos desarrollados-

Y, hay que apuntar que los empleadores deberían procurar en estos tiempos difíciles –para la sociedad en su conjunto y para los trabajadores en particular- soluciones inteligentes: deberían evitar reacciones defensivas para proteger sus negocios, sean estos comercios, fábricas, talleres o campos. No es bueno despedir o suspender en las crisis, porque se alimenta la tormenta social, las familias sufren y el efecto de la suma de esas conductas individuales de los empleadores se transforma en el veneno del cuerpo que quieren proteger –las empresas- puesto que al expulsar trabajadores del mercado laboral suprimen recursos que se utilizaban para el consumo en el mercado interno y en una espiral que se alimenta día a día el que para protegerse despidió luego no tendrá quien le compre su bien o servicio.

La solidaridad se preserva cuando hay trabajo.

Por ello el trabajo es un valor que hay que defender. Hay que asumir un compromiso con esta idea; cada quien en su papel garantizando el triple equilibrio de un buen sistema: que las empresas puedan producir en forma eficaz, que los trabajadores estén protegidos y sus intereses preservados en un piso de dignidad y que la comunidad no se vea perjudicada por el fenómeno productivo. Cada cual tiene su papel y todos un objetivo común: de preservar la cohesión social, la integración plena de todos en el disfrute de los bienes sociales y del resultado del esfuerzo colectivo de los argentinos, de la dignidad que transmite a los seres humanos el poder trabajar para satisfacer sus necesidades. En estos tiempos tormentosos no debe haber ningún espacio para sostener que hay que ofrendar en el altar del posibilismo el trabajo de los argentinos, porque es un valor social y protege nuestra prenda más preciada: la solidaridad.