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lunes, 27 de febrero de 2012

….Y SE SUBIERON A LOS BARCOS….


Un artículo del Dr. Jorge Rachid



Los argentinos que, autoexiliados en Montevideo, conspiraban contra el gobierno del Restaurador Juan Manuel Rosas, quien desde la gobernación de Buenos Aires comandaba el intento de unificación federal de un país en ciernes, no dudaron en sumarse subiendo a los noventa buques mercantes y veinte de guerra ingleses y franceses, que en nombre de la libertad de comercio y la libre navegabilidad de los ríos interiores, a fuerza de cañonazos y prepotencia colonial quisieron imponer condiciones a un gobierno que consideraron débil e incapaz de enfrentarlos. Se equivocaron de bando y de percepción de la realidad.
 Esos argentinos de ayer como Florencio Varela o Luis Bustamente, entre otros, que no escucharon ni siquiera la proclama de Juan B. Alberdi desde su exilio chileno, unitario enemigo de Rosas, pero en su fecunda y lúcida madurez se le debe esta significativa frase: “Prefiero a los dictadores de mi patria que a los libertadores extranjeros”,  hoy repiten la historia, justificando desde supuestas “academias” del pensamiento, los argumentos coloniales que esgrime el Imperio inglés para desconocer las 11 resoluciones de Naciones Unidas destinadas a discutir la soberanía de las Islas Malvinas, invocando la base de los “derechos de los kelpers”.
 Los mismos habitantes a quienes llamaban kelpers por ser discriminados del Reino para quienes eran, hasta la guerra del 82, habitantes de los territorios de ultramar, llamadas por Naciones Unidas “colonias” inglesas como Gibraltar, Isla Ascención, Santa Elena entre otras que suman 13 en total, además de la British Commonwealth of Nations, comunidad de naciones que significa “riqueza común” y que suman 53 en total países, que en función de intereses supuestamente comunes mientras tributan al Imperio.
O sea el Imperio está vivo y tan despierto que después de la guerra nombró a los habitantes de las Islas Malvinas, ciudadanos ingleses de pleno derecho, cosa que no había realizado en casi 160 años. Recién a partir de entonces comenzaron a ser ciudadanos de primera categoría, hecho negado a ellos por toda la historia colonial.
 Pleno derecho es lo que parecen reconocerles, algunos argentinos cuya formalidad forjada en supuestas cuestiones humanitarias bordea el cipayismo ( término derivado de los soldados coloniales indios al servicio de los ingleses), haciendo base en una falacia, ya que nunca la Argentina pretendió desconocer el derecho humano a la vida, ni al lugar de residencia como demostraron las tropas argentinas durante la recuperación del archipiélago, que les fueron preservados incluso en detrimento de las condiciones de vida de nuestros propios muchachos, heroicos patriotas combatientes. No fue tomada su propiedad privada, ni sus alimentos ni medicinas ni su dinero, no se restringió su libertad de movimientos ni se invadió su privacidad. Quizás esta actitud constituyó un error desde el punto de vista militar.
 Estamos discutiendo soberanía nacional, no si siguen siendo o no ingleses, cuestión absolutamente menor, menos aún si se tienen que ir o no que nunca estuvo planteado, si pueden o no seguir desarrollando sus actividades laborales y empresariales, nada de eso fue planteado jamás, por lo cual la declaración de este conjunto de intelectuales eurocéntricos anglófilos discute sobre las “calendas griegas”, construcciones, abstracciones y relatos de cosas que jamás estuvieron planteadas, jamás por ningún gobierno argentino.
 Ahora, reconocer el derecho a la autodeterminación de una población implantada por la fuerza de las armas inglesas, con costo de vidas argentinas que vivían y gobernaban las Islas Malvinas, es no sólo desconocer la historia sino mucho mas grave aún, es avalar la prepotencia de la fuerza para imponer nuevos escenarios. Es como si nuestros antepasados patriotas de la independencia hubiesen reconocido los derechos españoles por haber estado casi tres siglos ocupando estas tierras en función de derechos adquiridos, por el hecho de haber sometido a los pueblos originarios, que maltrataron, esclavizaron y mataron en nombre de la “civilización y la fe”, desplazando de sus tierras a millones de compatriotas indígenas.
 Que derecho a la autodeterminación puede tener una población que ha hecho del conflicto de una de las zonas del mundo de su mayor ingreso por cápita, producto del saqueo de recursos de todo el pueblo argentino, desde petroleros hasta pesqueros, ganaderos y otros que significan además pérdida de trabajo argentino, en manos inglesas, que como plantea el premier inglés son base de recursos estratégicos con miras al Tratado Antártico que se reúne este año. Además la supuesta política de seducción  implementada en la década infame de los 90, que los intelectuales de mentas parecen añorar, derivada de políticas neoliberales, de relaciones carnales y sometimientos financieros, no sólo fueron un fracaso en cuanto a respuesta política, tanto de los kelpers como de los ingleses. Entregamos todo lo pedido a cambio de nada, ni siquiera ofrecieron una mesa de negociaciones en el marco de la UN.
 Los mismos que piden institucionalidad y “ser un país serio” son capaces de servir a los pies del Imperio Inglés y negarse a acoplarse a las políticas de estado de su país, en el marco estratégico.
Suben a cualquier barco que debilite la política nacional, a la cual están enfrentados, son capaces de alegrarse de los triunfos de los “fondos buitres” en los juzgados de EEUU y criticar al ejecutivo y la justicia argentina cuando logra fallos a favor en el CIADI ante demandas de las multinacionales voraces.
Añoran el país de la estabilidad de los cementerios o el de la prepotencia de los poderosos donde no vuela una mosca negra, donde la apropiación de la riqueza está garantizada por la complicidad del gobierno, siendo mas proclives a discutir de sobre su majestad la corona inglesa y su historia, que de rescatar la nuestra de gauchos y criollos heroicos y luchadores de la libertad que fue enterrada en nombre de la Baring y los intereses ingleses por el mitrismo.
 Lamentable y a la vez auspicioso el devenir intelectual de los tiempos actuales, en donde la polémica se instala como hecho cotidiano de la política que ha sido recuperada, del cajón prisionero de pensamientos mesiánicos y únicos, donde la discrepancia llevaba a la muerte, a la prisión o la exilio. Es muy auspicioso que discutamos el rol de ,los intelectuales en la formación de la conciencia nacional, su aporte a la construcción de identidad, la visión del país en lo estratégico, todo eso es muy bueno ya que apuntala el debate y enriquece los fundamentos.
 Ahora de ahí a darle herramientas al enemigo colonial es “traición a la Patria” y expresar esto no es xenófobo, es releer la Constitución Nacional, la que gusten la del 1853, la del 49 o la del 94, siempre está en el texto y todos sabemos que significa este término doloroso.

los que suscribieron fueron, la escritora Beatriz Sarlo, los periodistas José “Pepe” Eliaschev y Jorge Lanata, y el constitucionalista Daniel Sabsay, Emilio de Ípola, Rafael Filippelli, Roberto Gargarella, Fernando Iglesias, Santiago Kovadloff, Gustavo Noriega, Marcos Novaro, José Miguel Onaindia, Vicente Palermo, Eduardo Antin (Quintín), Luis Alberto Romero, Hilda Sábato y Juan José Sebreli.

viernes, 17 de febrero de 2012

Entrevista a Carlos Pereyra Mele: "Está en juego el futuro de Argentina y del Cono Sur"

La Revista Integración Nacional (RIN) conversó con el Lic. Carlos Pereyra Mele, en el marco de las discusiones que se están dando en este momento a raíz del reclamo emprendido por el gobierno argentino en relación a la Soberanía de las Islas Malvinas en disputa con Gran Bretaña desde 1833.

 
Podemos afirmar que el tema Malvinas no es una causa Argentina sino global en declaraciones de nuestra primera mandataria. ¿Es posible que haya relación entre la crisis rentística-financiera de los centros de poder y como se expresa por parte de ellos en un incremento de su poderío militar en las islas Malvinas en el caso de Gran Bretaña?

CPM: Hoy más que nunca el tema Malvinas es un tema que supera el conflicto bilateral entre Gran Bretaña y Argentina, y se inscribe en un conflicto con elementos regionales e internacionales que no son menores: la discusión de la explotación de los recursos naturales (Petróleo y Gas con temas a resolver como el rol de las multinacionales y los conflictos ecológico) el arista geoestratégico al ser el archipiélago una base militar de OTAN en el atlántico sur y el Geopolítico por la fuerte disputa territorial del Mar argentino y su plataforma continental lo que hace que sea la mayor discusión territorial del mundo (3.000.000km2) en la ONU en estos momentos (por el Convenio del Mar), el control sobre el estrecho de Magallanes y el pasaje de Drake y la proyección sobre la Antártida ya que es la posición inglesa mas cercana juntamente con Argentina y Chile para acceder a una futura explotación económica del ultimo continente virgen. Por ello no es una tozudez la inglesa de no negociar pues es una proyección a futuro para estar presente en el reparto de áreas de influencia en un momento en el que se está conformando un mundo multipolar y con potencias emergentes, de allí que la visión de los países de nuestro continente asuman con preocupación las acciones británicas en el Atlántico Sur.

¿Cual es la política que ha tenido este gobierno, con respecto a gobiernos pasados, en el reclamo por la soberanía de Malvinas?

CPM: El mayor aporte de los dos últimos gobiernos (Néstor Kirchner y Cristina Fernández), a sido el de lograr que el tema se incluya en la agenda de todas las Conferencias Internacionales (Cumbre de las Américas, Cumbres Iberoamericanas, MERCOSUR, UNASUR, CELAC y ALBA), y que ello derivó en medidas mas profundas, no solo la solidaridad y pedido de negociaciones bilaterales, sino que ahora estamos ante la posibilidad de que la región profundice su presión sobre Inglaterra, inclusive ya se habla abiertamente de sanciones a la potencia usurpadora como fue el planteo del Presidente Ecuatoriano Rafael Correa en la reunión del 4 de Febrero en Caracas donde mocionó ese pedido y recibió un fuerte apoyo de sus colegas del ALBA, además el gobierno nacional puso de nuevo este tema en la agenda nacional luego del proceso de desmalvinización que vivimos desde el retorno de la democracia en el ‘83 hasta el 2003.

Algunos analistas políticos consideran que la defensa ejercida por este gobierno con respecto a las Islas Malvinas sirve como una cortina de humo para ocultar los déficits que están atravesando algunas provincias y el mismo Gobierno Nacional. ¿Qué opinión tienes al respecto?

CPM: Creo en primer lugar que no debemos tener en este tema un frente dividido por mezquindades políticas, todos sabemos que los análisis políticos están teñidos de un interés político, según los intereses de quien lo realiza o según quien financia esos análisis. El tema Malvinas no es un tema para ser tratado con liviandad pues lo que esta en juego es mucho, cuando se trata de cuestiones de estado se debe tener un frente sólido y no debe ser afectado por intereses políticos pequeños. Reitero en este tema está en juego el futuro de Argentina y del Cono Sur.

¿Crees que es valido el argumento del gobierno británico acerca de la defensa de la soberanía sobre Malvinas aludiendo al principio de la “Autodeterminación de los pueblos” para justificar su dominio sobre las mismas?

CPM: Es un argumento que no debe ser considerado, pues estamos en presencia de población implantada (lo que invalida el argumento), además la ONU consideró el tema Malvinas como un caso de colonialismo desde la década del ‘60 y jamás aceptó el argumento inglés de esa actual falsa preocupación por los intereses de los pobladores de las Islas que hasta el enfrentamiento de 1982, ni siquiera eran ciudadanos plenos del gobierno inglés.

¿Consideras como una muestra de provocación hacia nuestro país el hecho de que uno de los herederos a la corona Inglesa venga “Hacer entrenamientos de rutina a las Islas”, según el gobierno de Cameron, y encima lo haga con investidura militar?

CPM: Bien, pues esto demuestra que para la “corona” es importante el seguir manteniendo estos enclaves en el Atlántico Sur. Por otro lado todos sabemos de la importancia del simbolismo de la Política y el Poder, y para los ingleses la presencia de un heredero de la corona en la zona ratifica las decisiones del gobierno del reino y confirma la importancia que tiene el tema a futuro.

Gran Bretaña esta perdiendo legitimidad política en el contexto internacional y en ese sentido las muestras de Escocia para lograr su Independencia es un ejemplo más. ¿Qué perspectivas se dan en este sentido con la creación de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe) y el apoyo ferviente que este organismo ha dado al reconocimiento de la lucha por nuestra soberanía reclamada por el Estado Argentino en todos los organismos internacionales?

CPM: Estamos inmerso de una dinámica integracionista que realmente nos impide a la mayoría de los argentinos y ciudadanos de Latinoamérica apreciar los profundos lazos que estamos forjando, estamos en la cresta de la ola, que no, nos permite tomar real dimensión de los cambios profundo que ocurren, Brasil es la 6ta. potencia económica del mundo y arrastra al continente en un proceso de relación regional impensable hace pocos años atrás, nuestros socios comerciales principales ya no son mas los EE.UU. y Europa, sino que lo son China e India y Rusia, las relaciones Sur-Sur se están desarrollando caso África y Sudáfrica fundamentalmente, tenemos organismos regionales sin injerencia de potencias continentales como la UNASUR ,estamos profundizamos en la defensa de nuestros recursos naturales para ello hemos creado el Consejo de Defensa Suramericano (CDS), y el Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa (CEED), con el Banco del Sur, tenemos y planificamos una nueva política de integración física y por ultimo el lanzamiento de la CELAC que incorpora a los países del Caribe a este subcontinente suramericano, todo esto nos pone en un marco como región a ser considerada como un nuevo jugador que no puede ser obviado en el nuevo orden mundial en creación. Por ello se oponen las potencias que hasta ahora se favorecieron de su relación basada en la Dependencia como modelo de relación internacional y eso está cambiando rápidamente en Latinoamérica, por esto es importante todo lo que esta en juego en el tema Malvinas y así lo vemos los argentinos y latinoamericanos y por supuesto que esto también lo entienden los ingleses y sus socios.

jueves, 16 de febrero de 2012

Trabajadores portuarios de Chile protagonizan una huelga nacional

 Un buen llamado de atención


Mas de ocho mil trabajadores portuarios de Chile paralizarán sus labores hoy y mañana en protesta por el cobro indebido de impuestos en los últimos 30 años. 
El vocero de la Unión Nacional Portuaria, Robinson Avila, afirmó que los portuarios eventuales exigen la devolución del dinero correspondiente al cobro de tributos a sus salarios, aplicado por una ley de 1981 que "se impuso a sangre de fusil durante la dictadura y se mantuvo en los 20 años de la Concertación", expresó.
Acotó que aunque en septiembre del 2010 el Servicio de Impuestos Internos reconoció el error y generó una circular para enmendar lo mal hecho, los empresarios continúan sin reintegrar las remuneraciones.
Avila aseguró que con la huelga, la segunda jornada de brazos caídos en lo que va de año, se verán también afectados otros sectores económicos del país, entre los que mencionó el forestal, minero, pesquero y frutícola.
No nos queda otra alternativa, sostiene el líder sindical, quien también denunció casos de despidos arbitrarios en los puertos de Coquimbo, Arica y Talcahuano. Nuestros compañeros quedarán en la calle, sin una jubilación los más viejos ni indemnización los más jóvenes, manifestó.
De acuerdo con un comunicado público de la referida entidad gremial, se detendrán totalmente las faenas en la mayoría de los puertos, como Arica, Iquique, Antofagasta, Mejillones, Tocopilla, Caldera, Huasco, Coquimbo, Chañaral y San Antonio.
También en Valparaíso, en todas las terminales de la región del Bío Bío y en Punta Arenas.
Llamamos a todos los trabajadores portuarios a estar alerta y preparados para las 48 horas de huelga y a todos los trabajadores de Chile a solidarizar con nuestra causa, subrayó la convocatoria del paro.
La jornada de protesta es apoyada por el movimiento estudiantil, el Colegio de Profesores y por organizaciones de trabajadores forestales y mineros.
Los portuarios, como las mayorías trabajadoras de nuestro país, han sido duramente golpeados durante mucho tiempo y ahora lo son de nuevo al usurpárseles su dinero por el mismo Estado que usurpa nuestra educación, señaló la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech). Los estudiantes de Chile, enfatizó la declaración de Confech, no podían dejar pasar la histórica circunstancia de un paro nacional para brindar, irrestrictamente, el apoyo a los trabajadores portuarios.

sábado, 11 de febrero de 2012

Adiós a la sensatez en medicina

*Por Mónica Müller (Dra. en medicina)



Este artículo un poco largo, merecería salir en otros diarios y comentarios de fin de semana, pero como dice la médica articulista, no ha visto nada en los medios, que bien podría ser para compensar tanta estupidez y mediocridad conque castigan a los lectores. Luego se quejan porque bajan los tirajes !!....Esa es una de las causas.
Vaya entonces nuestro aporte y homenaje, a la honestidad intelectual.

La bandera nacional debería estar a media asta en todos los hospitales y ministerios de Salud del país. Hemos perdido al último de los grandes médicos argentinos.
El fallecimiento del doctor Alberto Agrest no mereció espacio en los medios donde aparecieron centenares de entrevistas y notas obscenas, sobre los detalles mórbidos de la muerte de una modelo.
El lo hubiera comentado divertido con una frase cortita y agridulce. Decía que había llegado a un escepticismo total sobre la capacidad de los humanos para reconocer y desandar el camino del error. Después de luchar durante toda su vida profesional para enderezar el rumbo de desastre que sigue la medicina desde hace décadas, declaraba que la complejidad del sistema hace muy improbable que un día se lleguen a desmontar los desatinos que tienen maniatados a médicos y pacientes. “La dificultad radica en que al complejo médico-industrial se le hace imprescindible un aumento en el consumo de sus productos, sean o no necesarios, mientras que el consumo innecesario deteriora los recursos de la red de salud y provoca conflictos entre pacientes, médicos y empresarios”, reflexionaba en su último libro, "En busca de la sensatez en medicina".
Lo decía y lo escribía con una firmeza que debe haber caído en el mundo de los negocios, como una mosca en un vaso de leche.
Agrest se obstinaba en que la práctica médica volviera a la sobriedad. En colisión con el precepto presuntamente científico y moderno de pesquisar, anular y prevenir cada síntoma, defendía la racionalidad de reducir los estudios, las prescripciones, los tratamientos y los medicamentos a un mínimo indispensable. Su independencia de cualquier interés económico le permitió decir que “prevenir es mejor que curar en la mayoría de las enfermedades infecciosas, pero debe tenerse en cuenta la gravedad de la enfermedad que se pretende prevenir y los riesgos de los recursos preventivos, como las vacunas o el uso de profilaxis antibiótica”, frase que a un médico de planta le costaría la reputación en el mejor de los casos y seguramente su empleo en el hospital.
Sobre el abuso de análisis y tratamientos que encarece a la medicina y en consecuencia pone sus recursos al alcance de muy pocos, explicó en un editorial que “se venden mejor beneficios que riesgos, y así estamos vendiendo beneficios con grandes y atractivos caracteres y ocultando riesgos en letra chica que nadie lee. No me parece mal que la medicina se venda, el problema es saber si lo que se vende es legítimo. Legítimo es que el conocimiento en que se basa sea verdadero y útil para quien lo compra. Legítimo es que sea necesario y no superfluo, y si es verdadero, útil y necesario, el principio de equidad exige que esté al alcance de todos”.
Su pensamiento científico se encrespaba frente a la pretensión de eficacia y exactitud de las disciplinas médicas que se basan en la estadística: “Es probable que hoy las verdades cuantitativas estén ocultando falsedades cualitativas. La dificultad con los números es que generan una sensación de certeza; la realidad médica no admite esa certeza y debe aprenderse a tolerar la incertidumbre. En medicina, la certeza es un certificado de ignorancia o insensatez”, publicó en un editorial de la revista Medicina en 2011.
“La manipulación estadística permite no mentir en las conclusiones estadísticas, pero también permite no decir la verdad de su irrelevancia y también ocultar que las estadísticas carecen de sentido cuando se aplican a un individuo único. Las estadísticas se desarrollan burocráticamente en un escritorio; en medicina, la realidad se desarrolla en el contacto del médico con su paciente y esto es creativo, no burocrático.”
“Beneficios estadísticos ocultan daños cualitativos orgánicos, psicológicos, sociales y económicos en los pacientes”, se atrevía a expresar en público. Y en privado comentaba: “Bueno, tengo 88 años y a esta edad se nos perdona todo”.
Hoy, el vacío de información sobre su muerte, me hace pensar que ese perdón era sólo aparente.
El doctor Agrest era doctor en Medicina por la UBA y completó su formación en la Universidad de Michigan, en el Hospital Universitario de Ann Arbor y en el Hospital Claude Bernard de París. En Buenos Aires se desempeñó en el Hospital de Clínicas y en el Instituto Modelo de Clínica Médica del Hospital Rawson. Fue docente en la UBA y durante veintidós años en el Instituto de Investigaciones Médicas bajo la dirección del doctor Alfredo Lanari. Desde 1995 fue miembro titular de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires. Publicó varios libros con sus reflexiones y propuestas para volver a humanizar la práctica médica y mejorar la salud pública.
A pesar de su inmenso prestigio, no era un especialista. Más que los órganos le interesaban las personas. Afirmaba que en la consulta el paciente cuenta el cuento de su vida, y hay que saber escuchar y entender ese cuento para poder curar.
Pienso que los textos de Alberto Agrest debieran integrar la bibliografía obligatoria para los estudiantes de Medicina de todo el país. El me hizo llegar los que no había leído y le aseguré que me acompañarían siempre, porque estimulan una reflexión independiente y original sobre cuestiones esenciales como ética médica, bioética, salud pública y la relación entre médicos y pacientes.
Siento su ausencia como una aguda pérdida personal. Desde septiembre del año pasado tuve el privilegio precioso de ser su corresponsal por correo electrónico y de recibir sus mails llenos de gracia y agudeza día a día. Tuvo la generosidad de leer mis libros en profundidad y de devolverme su crítica paternal pero dura y clara como un diamante. Del intercambio de opiniones sobre textos y temas médicos pasamos a la literatura y al cine. Nos cruzamos recomendaciones y coincidimos en Philip Roth y Woody Allen para nuestra lista de favoritos. Aunque estaba enfermo y cansado, tenía energía para lanzar elogios y anatemas sobre autores, directores, películas y libros con furor juvenil. Un día me mandó por sorpresa una pila de libros y un cuento suyo nostálgico, fantasioso y autobiográfico. Me hizo llorar contándome recuerdos de sus seis años cuando comparamos sucesos tristes de nuestra infancia. Un día me escribió que “la combinación de los genes de la obsesividad y los de la paranoia pueden hacer a este mundo exento de alegría. Le confieso que creo que sólo el humor puede desactivar esos genes”.
Me mostró sin reservas su alma alegre y despreocupada que se estaba despidiendo de un mundo un poco absurdo y sin sentido. Saber que su final no mereció ni una mención para el periodismo de su país, le hubiera confirmado que era mejor retirarse por un tiempo.
Me consuela pensar que esperaba con curiosidad la experiencia de la muerte, o que por lo menos no le tenía ningún temor. Eso creí entender cuando en uno de sus últimos mails me dijo: “No logro ponerle unidades temporales al futuro; mientras tanto carpe diem”.