1982 -30 de Marzo/2 de Abril- 2012
HOY, COMO AYER, NUESTRO COMPROMISO DE
SIEMPRE:
CON EL PUEBLO Y CON LA PATRIA
El
30 de marzo y el 2 de abril se cumplen 30 años de dos acontecimientos centrales
de nuestra historia reciente: la
MOVILIZACION NACIONAL DE LA CGT CONTRA LA DICTADURA MILITAR y EL INICIO DE LA
GUERRA DE MALVINAS.
Estos
dos acontecimientos -a menudo
presentados como disociados entre sí- ofrecen un importantísimo testimonio en
común: el compromiso del Movimiento Obrero Organizado en las luchas por la
recuperación de la Democracia, la Soberanía Popular y la Soberanía territorial.
El
30 de marzo de 1982 la Confederación General del Trabajo, conducida por SAUL
UBALDINI, convocó a todo el pueblo argentino a salir a la calle, para decirle
BASTA a la dictadura militar. Esa gesta histórica, lejos de constituir un hecho
aislado, fue el corolario de la lucha que los trabajadores comenzamos desde el primer minuto de la puesta
en marcha del mayor proyecto represivo, antinacional y antipopular, que sufrimos:
el mal llamado “PROCESO DE REORGANIZACIÓN NACIONAL”.
Por
ello, por su fuerza simbólica, el 30 de marzo de
1982 merece ser recordado como EL DIA QUE LOS ARGENTINOS PERDIMOS EL
MIEDO.
Atrás
quedaban las grandes huelgas en medio del silencio mediático cómplice de la
dictadura; los miles de dirigentes, delegados y militantes populares
desaparecidos, encarcelados, perseguidos o despedidos y los intentos de reconstruir
el Movimiento Obrero en medio de un clima de represión sin precedentes. Basta
recordar la huelga de Luz y Fuerza que costó la desaparición de OSCAR SMITH y
14 delegados; la resistencia al Decreto 385/77 que obligaba a los trabajadores
a reafiliarse si querían seguir perteneciendo a su Sindicato, recibiendo como
respuesta el respaldo masivo de los trabajadores a sus organizaciones, y el
PARO GENERAL del 27 de ABRIL de 1977 convocado por los 25.
En
aquel 30 de marzo de 1982 fue asesinado en Mendoza el compañero BENEDICTO
ORTIZ. La muerte en la calle, aun
impune, de un hombre desarmado, por reclamar Paz, Pan y Trabajo, resume, mejor que mil palabras, el nivel del
compromiso y entrega de los trabajadores.
Horas después, la dictadura desembarcó en nuestras Islas Malvinas. Y los
trabajadores nos enfrentamos inmediatamente con la terrible contradicción que
latía en ese acto: el carácter ilegítimo del proceso dictatorial y legítima
causa de la soberanía territorial que estaba en juego.
Muchas
veces la historia obliga a los pueblos a navegar en aguas turbulentas. Aquella
contradicción fue un claro ejemplo de ello. Pero los trabajadores no nos
equivocamos: sin dudarlo, levantamos las banderas de la lucha anticolonial sin
arriar, por ello, las de la lucha contra la dictadura.
MALVINAS SI, PROCESO NO, fue la consigna en consonancia con todo nuestro Pueblo que
puso, en aquella encrucijada, lo mejor que tenía: la sangre de sus hijos.
Por
ello reducir a la categoría de víctimas a soldados de 18 años, hijos del
pueblo, que enfrentaron con las armas en la mano la fuerza de choque del
colonialismo británico, es una inaceptable afrenta a nuestros héroes.
Ni
la dictadura ni los ingleses: ELLOS TENIAN
LA RAZON. Por ello,
el
Movimiento Obrero Argentino le tributa su homenaje y no los olvida.
Hoy,
los trabajadores nos encontramos en una coyuntura diferente, donde las luchas
del pasado se entroncan con las del presente para encontrarles su sentido y su
significado.
En
la PROFUNDIZACIÓN del MODELO NACIONAL
y POPULAR iniciado en el 2003 se
encuentra la clave para la concreción de nuestras reivindicaciones sectoriales
y nacionales. Así lo dijimos claramente
en la histórica movilización de la CGT, del
29 de abril de 2011, en la Avenida 9 de
Julio.
En
nuestro rol de Dirigentes Sindicales, apoyamos profundizar el modelo productivo,
corrigiendo sus aristas más conflictivas, realizando los cambios necesarios.
Allí encontraremos las mejores perspectivas de seguir avanzando. Nuestro
compromiso con este rumbo, asumido desde el primer día, nos legitíma para
reclamar lo pendiente.
El dialogo franco entre el Gobierno
Nacional y los representantes del Movimiento Obrero Organizado es esencial,
imprescindible. Más allá de las
naturales controversias que siempre surgen en los procesos de profundas
transformaciones como el que estamos protagonizando, si los objetivos son
comunes, nunca el árbol puede taparnos el bosque.
La Soberanía Popular no se reduce al
ejercicio del voto. El Pueblo la
ejerce efectivamente cuando lucha para que sus reivindicaciones más sentidas,
legítimas e incuestionables se satisfagan. La lucha de los pueblos, en un
programa popular de transformaciones, jamás
es un obstáculo, es, claramente, el aporte más valioso para su
profundización. Ello es así porque esa lucha popular se constituye en la fortaleza principal para
frenar los intentos de los sectores privilegiados, de abortar todo proyecto que
afecte sus intereses.
Las organizaciones sindicales son una de las
columnas fundamentales de la Democracia. Y SON UN INSTRUMENTO INSUSTITUIBLE EN TODO
PROCESO DE RECUPERACION DE LA JUSTICIA SOCIAL. Por ello ninguna fuerza
sectorial ha sufrido como nosotros, los trabajadores, el rigor de la represión
social y de todos los ensayos antidemocráticos, antinacionales y antipopulares
que se han experimentado.
La Soberanía territorial tampoco se
reduce a la justicia del reclamo. Se
conquista con la movilización organizada de los pueblos. Allí también las
Organizaciones Sindicales cumplen un rol estratégico.
La
Democracia, la Paz, la Unidad Nacional, la Integración Regional y el compromiso
militante de nuestro pueblo son, hoy, las armas de los argentinos para
recuperar nuestras Islas Malvinas.
Nuestra larga historia de luchas, la
memoria de nuestros caídos y la
legitimidad de nuestros reclamos, avalan nuestra vocación de dialogo profundo y constructivo, con nuestro
gobierno, para debatir una profusa agenda que no debe ser ignorada, ni minimizada, por nadie.
Ese
dialogo, hoy ausente, es, sin
embargo, una necesidad insoslayable para continuar, como hasta ahora,
profundizando el modelo productivo con Justicia Social pese a los obstáculos que, desde los intereses
concentrados del poder real, y desde la decadente mezquindad de sectores de la
oposición política se colocan, cada vez con mayor ensañamiento y capacidad de
daño, en la senda de la recuperación nacional.
El camino hacia el futuro se muestra
pleno de complejidades. También de esperanzas. La situación es distinta
a la que soportábamos en 1982 porque, esencialmente, recuperamos la Democracia.
Si los argentinos somos coherentes frente a los desafíos del presente; si
enarbolamos las banderas del diálogo, la tolerancia, la perseverancia, el
coraje y el compromiso ciudadano, recuperaremos definitivamente la Justicia
Social, la Libertad Económica y la Soberanía Política. Y en esa dirección recuperaremos, para nuestro Pueblo y nuestra
Nación, la potestad sobre nuestras Islas
Malvinas.
ALFREDO
FERRARESI y VICTOR CARRICARTE ( FARMACIA)- SERGIO PALAZZO, ANDRÉS CASTILLO Y
EDUARDO BERROZPE (BANCARIOS) – OSVALDO IADAROLA (FOETRA) – CARLOS BARBEITO Y
RUBÉN LAFUENTE (MOLINEROS) – ERNESTO ARROUGE (FATEL) – VICENTE ÁLVAREZ y JUAN
CARLOS MONTENEGRO (PUBLICIDAD) – NESTOR CANTARIÑO ( TELEVISIÓN)- ENRIQUE MARANO (IMPRENTAS) –
HORACIO GUILINI (SADOP)
Buenos
Aires, 30 de Marzo de 2012
(Publicado
el 30-3-2012, como Solicitada en los diarios Tiempo Argentino y Diario Popular)