A raíz del paro dispuesto por un
sector del sindicalismo, que inorgánicamente se dispuso para este jueves 28 de
agosto, quienes estamos nucleados en la Agrupación Gráfica Nacional “7 de
Mayo”, consustanciados con la política de nuestra FATIDA, nos dirigimos a todos
los compañeros/as gráficos para expresarles que los trabajadores no hacemos
seguidismo ni nos dejamos encandilar con falsas apariencias; somos conscientes
de nuestro rol en la construcción de la riqueza de la Nación y en el natural
lugar que ocupamos como sujeto histórico de las transformaciones; por eso hace
10 años abrazamos, adherimos al sinnúmero de realizaciones que el Proyecto
Nacional que iniciara Néstor Kirchner y continuara en Cristina Fernández de
Kirchner. Esas realizaciones son las que han posibilitado devolverle al Pueblo
Argentino parte de su dignidad y la posibilidad concreta de pensar un futuro.
Los trabajadores tenemos
memoria; no sólo memoria selectiva como algunos falsos profetas que hoy pululan
por todos los medios. Y no necesitamos que nadie nos venga a vender espejitos
de colores e ilusiones. Tenemos memoria para recordar a los compañeros
expulsados del mundo del trabajo en la década de los ´90; memoria para recordar
la reducción de salarios y jubilaciones durante el 2001; memoria para recordar
la entrega del Estado a manos de quienes hoy, pretendiendo camuflarse con otros
ropajes, intentan seducir al Pueblo con falsas promesas electorales. También
somos capaces de recordar que desde el 2003 discutimos nuestros salarios en
paritarias libres; que se han creado 5.000.000 de puestos de trabajo; que se ha
producido la revolucionaria inclusión jubilatoria que hoy contiene a más del 90%
de la clase pasiva, especialmente aquellos a quienes la desidia y la
inmoralidad patronal había condenado a la marginalidad al evadir aportes
patronales. Tenemos memoria para recordar a nuestras madres y esposas
trabajando como domésticas, sin aportes, sin aguinaldos, sin vacaciones, hasta
que la nueva legislación sancionada por este Proyecto Nacional las convirtiera
en trabajadoras plenas, en igualdad de derechos con el resto de la clase
obrera.
Pero aún más; no sólo somos
trabajadores. Somos mujeres y hombres integrales, que habitamos los barrios
populares en todo el país, que mandamos a nuestros hijos a la Escuela Pública,
que concurrimos a los centros de salud de nuestros barrios. Y en esta
naturaleza integral como mujeres y hombres de nuestro Pueblo, también
reconocemos los valores y los avances de este Proyecto Nacional. Y por ello,
somos plenamente conscientes del cambio que implicó la instalación de este modelo:
El Estado volvió a ser actor en la vida de los argentinos, interviniendo de
modo decisivo en la economía nacional para poner freno a la voracidad
insaciable de los dueños del capital y sus voceros. El Estado volvió a
convertirse en una herramienta al servicio de las necesidades populares y en el
árbitro y regulador de las relaciones entre los dueños del capital (algunos
descaradamente concentrados) y los trabajadores y el Pueblo en su conjunto.
Tenemos claro que el camino a
recorrer para alcanzar la Patria que nos merecemos todavía tiene muchas materias pendientes; no nos olvidamos de
muchos hermanos trabajadores que aún soportan las inmorales condiciones del
empleo en negro, sometidos por la necesidad de ingresos a condiciones ilegales
de contratación y que hoy se suman dificultades crecientes –inflación,
suspensiones y despidos- empujadas por los centros financieros del poder
concentrado y los funcionales personeros locales disfrazados de oposición. Y que falta todavía para alcanzar la
participación del 50% en el ingreso nacional que gozáramos durante el
Gobierno de Perón. Pero también sabemos que el camino a recorrer para saldar
estas deudas será posible construyendo un modelo Nacional y Popular, que siga
edificando el paradigma del reconocimiento de los humildes, de la ampliación de
derechos, de la participación de los trabajadores organizados en la
consolidación de un futuro venturoso para todos los argentinos, encaminados a
un destino de grandeza en el marco de la Patria Grande Latinoamericana.
Los trabajadores gráficos, que
anhelamos la Justicia Social, invitamos a mantener los esfuerzos para lograr
aquello de que debemos ser “artífices de nuestro propio destino y no
instrumento de la ambición de nadie”. La hora actual requiere de
nuestro compromiso militante; está en juego nada más y nada menos que nuestro
futuro y el de nuestros hijos; no permitamos que nadie nos robe los logros de
esta década ganada.
Por todo ello, apoyamos la decisión de nuestra Federación
en no adherir al paro convocado por un sector del sindicalismo.
CABA, 27 de agosto de 2014
AGRUPACION GRAFICA NACIONAL “7 DE
MAYO”