Su obra nos seguirá deslumbrando por su genialidad y su pensamiento, hoy mas que nunca, nos ilumina, por la claridad y sencillez que solo alcanzan los grandes. Las palabras que siguen, pronunciadas el 6 de noviembre de 2008, parecen escritas ayer, pensando en mañana.
"Uno la ve tan frágil, tan bonita, y parece mentira que
tenga esa fortaleza de titán para enfrentar estos vendavales de mediocres,
mezquinos y angurrientos que tanto pululan. Claro que ella camina confiada,
porque la custodia el amor hacia la gente, que es el arma más poderosa que
puede tener el ser humano. Yo le agradezco a Dios que me haya permitido ver
esta etapa de mi país, que nunca pensé en llegar a ver. Porque yo conocí la
etapa de la primavera, cuando brotaron todas estas cosas que parecía imposible
que se repitieran. Además, ella va muy confiada al frente, porque sabe que va
rodeada de los humildes, de los que no hacen barullo, pero sí tienen una
capacidad muy grande de amar y de mantener en su memoria a aquellos que nos
traicionan. Yo estoy feliz, feliz, feliz, como cuando andaba de pequeño en mi
pueblo, desnudo corriendo en el río con mis amigos, feliz como en esa
etapa". Medito en toda la gente que deambula por la calle confundida por
la desinformación, por la malintencionada desinformación. Pero a la vez digo
que Dios sabe lo que hace y es justo. A los grandes mentirosos también lo vemos
hacer el ridículo en los teatros como corresponde. Mis mejores deseos para
todos ustedes. Muchas gracias señora presidenta, muchas gracias.