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viernes, 27 de febrero de 2009

Un cambio revolucionario en Argentina



Hace unos días se cumplieron 63 años de la fecha en que un 24 de febrero de 1946, se realizaron las elecciones más limpias de la historia argentina hasta ese momento. El pueblo se expresó mayoritariamente por la fórmula Perón-Quijano, que contó especialmente con el voto del pueblo trabajador. (entonces no votaban las mujeres). La otra fórmula la de la Unión Democrática, abarcaba todo el arco político, desde los Conservadores creadores del “fraude patriótico” a la derecha, pasando por los radicales en el centro y los socialistas y comunistas por la izquierda, contando con el apoyo descubierto del embajador Spruile Braden de Estados Unidos y casi toda la prensa oral y escrita de estos tiempos. Diría Discépolo, “la Biblia junto al calefón”.
El entonces Coronel Juan D. Perón, hizo su campaña “con papel, tiza y carbón”, dando esperanzas a las masas laboriosas, siempre postergadas y explotadas, que era posible trabajar por “la Justicia Social” y la recuperación de la decisión nacional y el manejo de su economía, para el bien del país y su pueblo. Ya lo venía demostrando al frente de la ex Secretaría de Trabajo de la Nación, desde la cual se redactaron numerosos decretos, que fueron la base del futuro Derecho Laboral y social argentino.
Previo, una confabulación e intrigas de la oligarquía, lo llevaron preso a la isla Martín García, de la cual luego fue traído al hospital militar y en un hecho histórico sin precedentes, la espontánea manifestación popular del 17 de octubre de 1945, logró su libertad.
Con el dictado del Dcto. 23.852 de 1945, luego ley 12.921, los sindicatos pasan a ser instituciones publicas. Así del sindicato perseguido, acotado, o semiclandestino, según las provincias y jurisdicciones, se pasa al sindicato reconocido legalmente, que contará con el apoyo del Estado para sus justas reivindicaciones y la representación de sus afiliados.
Del primer periodo de ese gobierno popular, surgieron leyes de jubilaciones para todos los trabajadores, indemnización por despido, Estatuto del peón rural, aguinaldo anual, Comisiones Paritarias para discutir los Convenios colectivos y salarios, prevención general de accidentes de trabajo, jornada legal de ocho horas, comienzo del turismo social, creación de Tribunales del trabajo, representación sindical en el parlamento nacional, escuelas-fabrica para los chicos y jóvenes y posterior creación de la Universidad del Trabajo, (luego Tecnológica), y tantas otras cosas para el bien de la clase trabajadora, en que no había desocupación y la salud pública era una obligación a cargo del Estado.
Luego se dio la aparición e implantación del concepto doctrinario de la Justicia Social, que lo combatió la oligarquía vernácula y los poderes del imperialismo externo, pero que muchos años después pasó a integrar el léxico de la propia Organización Internacional del Trabajo.
En suma, todo aquello sintetizado aquí fue insertado en un capítulo de la Constitución nacional reformada en 1949, con el título “Derechos del Trabajador", junto a los Derechos de la Niñez y de la Ancianidad. Luego todo ello fue derogado en 1956, por un Dcto. del gobierno usurpador, que se autoproclamó de “la revolución libertadora”, que abrogó esa Constitución de avanzada en el mundo y reimplantó la de 1853, haciendo retroceder así el reloj de la historia. Aquellos hechos y tantos otros, de enfrentamientos feroces, dejaron consecuencias fatales y enormemente negativas que aun estamos pagando muy caro.
Por esta fecha histórica del 24 de febrero de 1946, vaya nuestro recuerdo y admiración por los componentes del pueblo que rompieron los moldes, superaron los miedos y la apatía y produjeron una revolución política, que a pesar de todas las persecuciones, traiciones, infiltraciones y maniobras para destruir la doctrina y sus ejemplos del Movimiento peronista, aun perdura y debidamente actualizada, habrá de servir de cimiento fuerte para enfrentar las futuras contingencias y la nueva “Unión Democrática” en formación.
Agrupación Gráfica Nacional "7 de Mayo"

jueves, 5 de febrero de 2009

En la Argentina hay remedios siete veces más caros que en varios países de Europa



Reclaman políticas públicas
para controlar los precios







Parece increíble, pero en la Argentina hay remedios siete veces más caros que en algunos países de Europa, pese a tener el mismo nombre comercial y del mismo laboratorio.
Por ejemplo, mientras que en nuestro país una píldora de Luminal, sedante y anticonvulsivo del laboratorio Bayer, cuesta $1,04 ($20,98 el paquete de 20), en España cada pastilla tiene un valor de 0,14 pesos.
Ante esto, Federico Tobar, ex coordinador general del Programa Remediar del Ministerio de Salud, señaló: "Cualquier fármaco que esté asociado a una marca comercial tiene cerca de un 90% de posibilidades de salir más caro en la Argentina que en Europa".
"Mientras que en toda Europa hay control de precios de los medicamentos, aquí la venta está completamente desregulada. Así, los precios que se cobran son absurdos", agregó.
En el mismo sentido opinó José Charreu, directivo de AAPM, la asociación que nuclear a los visitadores médicos: "Como acá no hay ningún tipo de control, los laboratorios pueden fijar el precio a su libre albedrío. Así, los valores van creciendo año a año de manera exponencial".
Por su parte Juan Sylvestre Begnis, presidente de la comisión de Salud Pública de la Cámara de Diputados, indicó: "Como hay una demanda efectiva, los laboratorios se aprovechan y abusan con los precios. Y eso que pagan un IVA reducido del 10,5 por ciento".
Mientras tanto, Ernesto Felicio, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME), explicó que, de todas formas, "no perdamos de vista que la empresa, en el mejor de los casos, puede fijar los precios de salida del laboratorio. A partir de ahí hay una cadena de comercialización y una serie de márgenes que hace al precio final del medicamento. No es lo mismo distribuir un medicamento en la Argentina que en España. Así, un remedio que cuesta a la salida de fábrica $87, al consumidor le sale 175 pesos".
Al mismo tiempo, Raúl Gatica, director de Asuntos Públicos para el Cono Sur de Merck, Sharp & Dohme, subrayó que "hay varias cosas a considerar al comparar precios. Una, es la estructura de impuestos: en países europeos el IVA es del 6 por ciento. Otra, los derechos de importación: nosotros traemos el producto terminado, por lo cual pagamos tasas de importación que impactan en el precio final. El tercer elemento es que los sistemas de salud son completamente distintos que en la Argentina. Acá un porcentaje del descuento que paga el paciente lo absorbe el laboratorio (...) Pero son más económicos que en Chile o Perú".
Ante esto, la diputada y ex subsecretaria de Defensa del Consumidor Patricia Vaca Narvaja trabaja en un proyecto de ley para que sean regulados los precios de los medicamentos. "Deben haber políticas públicas para controlar los precios. La salud no puede ser un bien de mercado", afirmó Vaca Narvaja, quien considera que la diferencia de precios entre el viejo continente y nuestro país es "infernal", publicó el diario Clarín.

miércoles, 4 de febrero de 2009

“El Estado debe fomentar el sistema solidario de atención de la salud”



Lo dijo el Supertintendente de Salud,

El Dr. Juan Rinaldi.

Buenos Aires, 02 de febrero - “El objetivo de nuestra gestión pasa por seguir optimizando el sistema de regulación del cumplimiento de las normas por parte de las obras sociales y fortalecer la regulación de lo publico y lo privado en el área de la atención de la salud”, señaló el superintendente de Servicios de Salud (SSS), Juan Rinaldi.
Durante una entrevista realizada con Noticias Gremiales.com, el funcionario agregó que “lo privado debe existir pero lo público debe estar contenido y desde el Estado se debe fomentar el sistema solidario”.
“Pongamos las cosas en su justa medida: una prepaga cobra 900 pesos y en la obra social el afiliado y su grupo familiar aportan 400 pesos”, agregó.
Por eso Rinaldi resaltó que el rol de las obras sociales “es clave y así lo demuestra la correcta atención de la salud que brinda a los 17 millones de beneficiarios que tiene”.
Con referencia a la atención que las obras sociales deben prestarle a los monotributistas, Rinaldi señaló que “el Estado rápidamente ha tomado cartas en el asunto y estamos trabajando sobre eso junto con la ministra de Salud y la Afip”.
“Nuestra idea -explicó- es que hay que categorizar a la gente. Si las obras sociales tienen que dar la prestación se dará, pero el que pueda pagarla debe hacerlo porque hoy algunos inscriptos en el tienen tres empleados, dos autos y dos casas. Entonces al monotributista real lo cubriran las obras sociales pero la atención del otro o la paga él o lo hace el Estado”.

martes, 3 de febrero de 2009

La ignorancia Histórica


Poco entendible, el nivel de confrontación a que someten los
lideres políticos y sectoriales opositores de nuestro país a la
población, a través de los medios de comunicación.
Un articulo del Dr. Jorge Rachid
Cuando el mundo se sigue conmoviendo por efectos de la crisis provocada en los países centrales por los “dueños de la verdad” durante décadas de extorsiones y exacciones financieras a nuestros pueblos, en la Argentina, lejos de esa realidad, seguimos crispados y confrontando en un alegre marco de anticipo electoral.

No son suficientes los ejemplos históricos de la división del campo nacional, frente a las agresiones e imposiciones de los poderes de turno internacional. La dirigencia política de rodillas ante el menor murmullo imperial, desde las relaciones carnales a los ositos de Malvinas, desde el petróleo hipotecado por generaciones hasta el desmantelamiento ferroviario, desde criticar en sintonía con EEUU a nuestros hermanos venezolanos o bolivianos en procesos de emancipación, hasta aplaudir cuando cesa lo que ayer permitían como las torturas y la guerra preventiva a escala mundial.

Sin dudas el mapa mundial cambiante hace previsible futuros escenarios todavía frescos para diseñar, pero lo indudable es que el mundo será multipolar, por bloques de discusión, con EEUU y sus satélites, con la UE, con los chinos, indios, rusos, los países árabes y toda una nueva realidad emergente de la post globalización como concepto hegemónico del pensamiento único.

Por esa razón es poco entendible el nivel de confrontación a que someten los líderes políticos y sectoriales opositores de nuestro país a la población a través de los medios de comunicación. Cuando el sector llamado “campo” pedía la derogación de la resolución Nº 125, la misma fue enviada al Congreso de la Nación y allí murió. Sin entrar a analizar los pormenores lamentables de su tratamiento en el Senado, su culminación significó un triunfo de los sectores que resisten la discusión de la renta extraordinaria y de la distribución de la riqueza. Siguió la embestida sumando la sequía y la baja de los precios internacionales. El Gobierno ha dado al sector las respuestas posibles en el escenario descripto, mas que a cualquier otro sector económico aportante tanto o mas al PBI de nuestro país. Sin embargo exigen mas, acuden a la violencia, amenazan por los medios y son convocados a aumentar el volumen crítico.

A su vez, la repercusión de la crisis internacional que sin dudas afectará a nuestra economía, le es facturada al Gobierno como propia. Sin embargo cuando el análisis se enfría del calor electoral, del continuo esmerilamiento al Gobierno que ejecuta la Mesa de Enlace por ellos mismos declarado, vemos que las condiciones con las cuales enfrentar la situación son mas favorables que otros países, habiendo revertido la supuesta debilidad de estar fuera de los Mercados, en una fortaleza ante los acontecimientos que sacuden al mundo.

No haber cedido a las líneas establecidas por el FMI y el BM en su momento con ajustes imposibles para el pueblo argentino, haber construído superávit fiscal y comercial en los últimos años aumentando el nivel de reservas duplicando la base imponible, son datos macro que manejan los economistas y se cuidan de divulgarlos. Cierto es que existe hipoteca social alta desde hace 7 años. También sabemos que superar la pobreza e indigencia llevará tiempo después de años de neoliberalismo aún reinante en lo estructural. No son todas rosas en el jardín gubernamental, pero las causas de las críticas parecen mas destinadas a impedir distribuir riqueza que a instalar justicia social; tienen olor a romper el UNASUR antes que fortalecerlo y en algunos casos impedir la Justicia sobre los genocidas maquillando las críticas con caracterizaciones ideológicas.

Nada mas alejado de la llamada “izquierda” en lo ideológico es este Gobierno aunque haya procedido a eliminar las AFJP, cara visible de la mayor apropiación y robo de la historia nacional, junto a la llamada Deuda Externa y al Tratado Roca-Runciman.

Hemos sido saqueados por falsos profetas, gurúes económicos al servicio del capital financiero, codicioso y estafador. Nuestra debilidad como Nación fue la falta de políticas de Estado que contuviesen a la necesaria puja de intereses sectoriales que se producen en el seno de toda comunidad.

Si hoy recreásemos el IAPI, es decir la compra absoluta del producto del campo por parte del Estado, seríamos marxistas. Perón lo hizo en el 48. Si tuviésemos la Flota del Estado, los Ferrocarriles y las Líneas Aéreas garantizaríamos los tres espacios que componen la soberanía del país, pero seríamos estatistas. Perón lo hizo en el 46. Si conformamos la alianza estratégica con Brasil, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Chile y otros países hermanos latinoamericanos, estaríamos confrontando con EEUU y su propuesta colonial del ALCA. Ahora con Obama es diferente y Perón lo propuso en el 47 con el ABC (Chile-Brasil-Argentina) y con el ATLAS (Asociación Latinoamericana de Trabajadores) invirtiendo tiempo y dinero en el desarrollo de una propuesta que aumentase la masa crítica de su propuesta del Tercer Mundo y Tercera Posición Justicialista en un escenario de Guerra Fría. Hoy sería internacionalista y catalogado como tal.

En este escenario, desconocer la historia, nos lleva a los argentinos a recorrer caminos donde el triunfo está garantizado para los enemigos de la Nación. Cualquiera puede estar en desacuerdo con las actitudes y manejos del Gobierno Nacional, pero no se lo puede tildar de dictadura cuando venimos de una larga noche de muerte y terror creada por los que hoy critican desde trincheras neoliberales. Poner en juego la gobernabilidad es distinto a posicionarse electoralmente, derecho al cual debe acceder todo aquel que quiera. Pero usar la denostación, el agravio, el insulto personal y la violencia, es no tener políticas de confrontación superadoras. Quienes son oficialistas por conveniencia al uso del calor del poder, sabrán que la memoria tiene futuro y que la defensa del sistema político no es navegar siempre en el SI, sino tener convicción de defender sus propias ideas, poniendo en juego los espacios de poder obtenidos con propuestas políticas, desde un marco ideológico, con convicción personal y compromiso con el pueblo, que es como se construye la historia.

Hace menos de doscientos años nuestro país asistía a un nacimiento tortuoso en su confrontación colonial; pasaron casi cincuenta años de matanzas entre hermanos; perdimos la unidad de bloque del ex Virreynato por designios ingleses y por ello nacieron Bolivia, Uruguay, Paraguay y Río Grande do Sul. Entre el “Puerto” y el “Interior”, todo fue guerra promovida por el Imperio de turno, con desniveles e injusticias hasta la institucionalización del país.

Muy pocos, pero poderosos, quieren construir otros escenarios como los de los años 30, 55 o 76. La inmensa mayoría del Pueblo Argentino redobla su apuesta a la democracia como la mejor herramienta actual como ordenador de nuestras diferencias.

Por ello, instalar un escenario de lucha encarnizada en el marco actual de la crisis internacional, sólo suena a estar jugando intereses contrarios a la Nación. Construir un destino común merece un esfuerzo común, sin ventajas sectoriales ni políticas, sin agravios ni violencia, sin hacer el juego a los factores de poder desplazados en la última década, prebendarios del poder financiero internacional y hoy en crisis existencial.