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viernes, 30 de mayo de 2008

DEDICADO A LA DIRIGENCIA AGROPECUARIA NACIONAL...

Por el ing. agrónomo Guillermo Daniel Martíni

Paro agropecuario. Lock out patronal hasta desabastecer las ciudades. Los propietarios de campo se manifiestan con cortes de rutas en numerosos puntos del país. Los chicos “cardón” golpeando las ollas Essen en Palermo, Barrio Norte y Recoleta.
Declaraciones altisonantes: “Dictadores”, “Ladrones”, “Nos están matando”, “El gobierno de Cristina Fernandez favorece la concentración”… Se tiran miles de litros de leche. Se sacrifican millones de pollitos. Se tira carne a la ruta. Se intenta paralizar la economía bloqueando las rutas nacionales Se desabastece….
Todo esto en el marco de la mayor y más sostenida tasa de crecimiento y utilidad del sector: Los datos son objetivos: 100.000.000 de ttnn. de producción de granos. Ventas record de maquinarias agrícolas, boom inmobiliario con precios de campos que se multiplicaron por cinco. Endeudamiento cero, gas oil subsidiado, electricidad subsidiada, cero pago de peaje, dólar a $3,20, sueldos sectoriales que son los mas bajos del país

Paro el reloj, lo atraso, recuerdo…
Año 1990.
La dirigencia agropecuaria exige sus reivindicaciones:

Eliminación de las retenciones que exprimen el campo a favor de la industria.
Eliminación de todos los organismos públicos de promoción y control, Junta Nacional de Granos y Junta Nacional de Carnes que con sus “arbitrarias resoluciones distorsionan el mercado y los precios” y con su funcionamiento hacen perder rentabilidad.
Eliminación de 0,5 % de retención sobre las ventas de granos con destino a un INTA autárquico que producía tecnología apropiable.
Privatización de los puertos ineficientemente administrados por el estado. Privatización de los FFCC que pierden un millón de dólares por día. Concesión de las rutas nacionales.
Dolarización de la economía para ponerla a tono con los precios internacionales, así el campo se tecnifica y cobra la totalidad del precio internacional.
Propuestas que son un “negocio” según Sociedad Rural Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas, y demuestra la miopía de CONINAGRO y Federación Agraria Argentina (según los primeros).

Llega Menem…
De “caudillo riojano” que mete miedo a la oligarquía, a “mono con galera” homenajeado en un Pontiac descapotable en la pista de juras de la exposición rural.

Menem dio TODO lo que la dirigencia del campo pidió.
· Se eliminaron las retenciones, se disolvieron las Junta Nacional de Granos y de Carnes, aquellas que garantizaban los Precios Sostén y en Origen y financiaban a precio subsidiado el fertilizante en canje por cereal…¿Se acuerdan qué lindo era, Sres. pequeños productores?
· Se cerraron ramales ferroviarios que eran deficitarios, se privatizaron y concesionaron la explotación de las rutas, se eliminaron las alícuotas de importación de insumos. Se privatizaron los puertos, se eliminó el 0.5% sobre la comercialización de productos agropecuarios con destino al INTA, que con cambio de dirección empezó a investigar para Cargill, Monsanto, Dreyfus, etc. (investigación adaptativa que le decían, que adaptaba lo que venia de afuera y no hacia investigación propia). Se asfixió el sistema financiero nacional. Con esta maravillosa receta los camiones de los productores (los que tenían camiones) ya sin competencia del FFCC, empezaron a gastar menos gomas en las rutas concesionadas y “arregladas”… y a pagar 12 dólares de peaje cada 200 Km. Se compraban máquinas importadas a precio de ganga. Se conseguían Agroinsumos por moneditas, (Aunque en los envases tuvieran la leyenda en inglés “no apto para consumo en territorio de los EE.UU., only for exportation”…!?? ), se pagaban royalties hasta para estornudar, y la intelectualidad económica, inclusive los pseudo progres, festejaban, demostrando con complejos cálculos de eficiencia económica, que los costos de transacción habían disminuido entre un 5 y 7 %, sin las “molestias” que provocaban el INTA la JNC, la JNG, los FFFCC. Deficitarios. Se declararon Inviables varias provincias del NEA
· Se decretó la convertibilidad del peso y se fijó un tipo de cambio en una relación de 1 a 1 con respecto al dólar. Diez años inamovibles, con una inflación que llegó al 110 % en el período y provocaba que cada vez que alguien estornudaba en México (efecto Tequila), o tosía en Rusia (efecto Vodka), o se rascaba en Brasil (efecto Caipiriña), todos lloraban en Argentina y las crisis externas se copiaban textuales aunque no tuviésemos nada que ver.
· Se conseguía plata a precio de ganga: 18% anual en dólares
· Los Bancos extranjeros hicieron su agosto, las cooperativas salieron en auxilio de sus pequeños y medianos productores, y el sistema se llevó puesto a los productores y sus cooperativas. ¿Se acuerdan de esto Sres. de CONINAGRO y FAA?
·
La capacidad de compra de la producción agropecuaria se desbarrancó.
· La misma maquinaria que antes se compraba con 1000 qq. de trigo ahora se compraba con 4.000 qq.
· Un kg. de algodón en planta en el Chaco costaba mas caro que un Kg. de camiseta china puesta en el puerto.
· Un Kg. de helado valía lo mismo que 100 kg. de Soja (y no había retenciones y los costos de transacción habían caído un 7%).

El resultado inmediato y anunciado explícitamente por el Secretario de Agricultura Regúnaga en el Congreso anual de FAA en 1976 “Van a tener que desaparecer 200.000 productores por falta de escala”, se manifestó rápidamente: Desaparecieron casi 300.000 pequeños y medianos productores, que alquilaron, o vendieron sus campos que hoy valen U$S 15.000 al precio de remate de U$S 900. (Si es que antes no se los había rematado su Banco amigo), y que, junto con los obreros de las empresas privatizadas pasaron a manejar taxis, o a comprar kioscos o a comerse su escaso capital como rentistas.
El proceso de concentración fue escandaloso.
Estudios de economistas rurales serios, demostraron que para ganar la misma plata que en 1990, un productor, en 1999 debía producir 5 veces más por unidad de superficie. Y llegaron los POOLS de siembra y los capitales extraagrarios….
Y se fue al diablo la economía del interior del país. No se vendían máquinas, se cerraban las hilanderías, no se levantaba o se tiraba al río la fruta y la verdura, comíamos pollo y cerdo brasilero, uva chilena, naranjas israelíes, papas canadiense.
Y por supuesto sobraba gas oil, gas, electricidad, se podía viajar cómodamente en las rutas ya que no había tránsito, y los pequeños productores que quedaron aislados por el cierre de los ferrocarriles prendían velas a la virgen para que apareciera un camión a comprarle el carbón o el zapallo a precio vil.
Según datos de CONINAGRO (sí….: este mismo que ahora llama al lock out) la deuda del sector agropecuario llegaba en 1999 a 7.000.000.000 de dólares, y solamente el banco Nación, al que intentaron privatizar numerosas veces, tenía hipotecadas 12.000.000 de has. de la Pampa Húmeda.
Y Menen saludaba desde el Pontiac, aplaudido en la SRA, y los Dirigentes Agrarios del campo nacional miraban para otro lado, y en un máximo nivel de combatividad y por presión de sus bases, esas mismas que ahora dicen ser incontrolables, FAA y CONINAGRO, sin el apoyo de SRA y CRA. decretaban paros de 24 o a lo sumo 48 hrs. Sin piquetes por supuesto.
Estos eran solo para los negros y jubilados de Castell, ese mismo que ahora los arenga y ayuda en Córdoba.
· Maravilloso mundo el regido por el “Mercado Soberano”. “La Eficiencia Económica”, el aplauso de los EEUU, ese mismo que ahora no sabe que hacer para salir de la crisis, mientras nosotros salimos de vacaciones….
· Maravilloso el mundo del hambre , la desnutrición, el 40 % del desempleo, y la apatía de los combativos dirigente agropecuarios a los que les habían dado todo lo que habían pedido y ahora o festejaban en La Rural, o temblaban en su casas, según fueran los de la S.R.A. o de F.A.A.

Adelanto el reloj… llega el gobierno peronista, elimina la convertibilidad, fija y mantiene un tipo de cambio competitivo. Se pesifican las deudas de los productores y se dolariza su ingreso. Se congelan las tarifas de electricidad, gas. Se congela el precio del gas oil. Quedan pesificados los sueldos de los trabajadores que producen la soja dolarizada. La soja pasa de $15 a $65 el quintal.
El estado nacional emite bonos para compensar la pesificación de las deudas de los productores, bonos que hoy aún pagan todos los argentinos..
Los productores salen del endeudamiento e invierten en maquinarias, propiedades, etc.
Se produce el alza de los precios de la tierra que quintuplica su valor. Prácticamente desaparecen las hipotecas bancarias y la deuda del sector pasa de 7.000 millones de dólares a 800 millones de pesos.
El gobierno aplica la principal política de promoción del agro: Mantiene un dólar competitivo de 3.20: 1, vía intervención sistemática en el mercado comprando dólares cuando este cae.
Pero el sector agropecuario, beneficiado por la política de gobierno, más el alza de precios internacionales, no es el único sector de la economía. Los más perjudicados de la pesificación y la salida de la convertibilidad fueron los asalariados y los sectores de ingresos fijos, y en general, los desocupados y excluidos del sistema.
El gobierno adoptó una serie de medidas tendientes a la recuperación del salario y a la recomposición del ingreso, combatiendo la desocupación que cayó a menos del 8 % y aumentando los salarios por encima del costo de vida. Seis millones de personas salieron del desempleo y un millón seiscientos mil ancianos sin aportes accedieron a una jubilación. Recompone los ingresos y defiende su capacidad de compra.
Es que un tipo de cambio 3,20:1 con duplicación de los precios internacionales, se convierten en una maravilla para los ingresos del campo, pero en un desastre para la gente de ingresos fijos que se alimenta de esos mismos productos que aumentan. Y las retenciones se explican en ese marco: Son depresoras de los precios internos y trabajan como herramienta de recaudación directa del estado, que se queda con la diferencia entre los precios internos y los internacionales.
Con ese dinero el gobierno realiza políticas de estado: Obras públicas, autopistas, saneamiento de cuencas hídricas inundables, ferrocarriles, etc. Con ese excedente el gobierno también interviene en el mercado cambiario, manteniendo un dólar alto y competitivo que favorece a las exportaciones entre ellas, las del sector agropecuario.
Con ese excedente el gobierno tiene reservas y está blindado ante la crisis internacional, que hoy hace temblar a EEUU y a Europa y a nosotros ni nos toca, y estabiliza las condiciones macroeconómicas internas
Con ese excedente el gobierno paga jubilaciones, genera empleo, atiende a los excluidos, paga la universidad pública y gratuita, los hospitales públicos etc.
Con ese excedente el gobierno subsidia a los combustibles, la electricidad, los peajes, el transporte de carga, mantiene bajos los alimentos de primera necesidad que de no ser así serían inaccesibles a los sectores asalariados. Inclusive a los peones rurales.
El gobierno interviene de la misma manera en el petróleo y minería.
Podemos acordar que existió poco diálogo, que no se discutió parte de esta política, y que debería haber políticas diferenciales explícitas y ágiles que compensen las asimetrías entre los pequeños y medianos productores, distribuidos en todo el país, respecto a los pools de siembra y capitales extraagrarios que hacen su agosto quedándose con el grueso del producto de la extraordinaria renta de la tierra, propiedad de contenido social según nuestra constitución.
Lo que los dirigentes agropecuarios nacionales deberían tener es un poco mas de memoria, y acordarse de lo que pasó en la historia argentina del último siglo.
Un principio elemental que tiene raíces en la ética y en el sentido común, es el de que nunca nos podemos aliar con el enemigo.
Y mucho menos para combatir a un gobierno que ha dado sobradas muestras de coherencia en materia económica, social y de derechos humanos, y que ha llevado un país destruido a otro donde empieza a valer la pena ser vivido.
Si, como en el caso de Federación Agraria Argentina, FAA, nacida al calor de la lucha contra la oligarquía terrateniente, nos aliamos con esos mismos enemigos que lucharon toda su historia por destruir las bases de un país independiente, no dudando para ello en fomentar golpes de estado, avalar la masacre de argentinos, desde la Patagonia trágica en adelante, pasando por los golpes contra los gobiernos democráticos de corte nacional, los bombardeos a la Plaza de Mayo, los fusilamientos, el golpe del 66, el del 76, paseando con honores a dictadores, y proveyéndoles ministros de economía y base política de acción, estamos irremediablemente destinados a repetir la historia y a convertirnos en avalista aún sin pretenderlo, de las acciones que estos sectores realizaron en el pasado y hoy se empeñan en repetir.
Deberían recordar, Sres. dirigentes agropecuarios del Campo Nacional, integrantes de organizaciones de centro izquierda y de organismos que luchan contra la pobreza, que su aliado en este lock out patronal sangriento, que condena al hambre y a la angustia a millones de argentinos de ingreso fijos, que la Sociedad Rural Argentina, tiene un predio en Palermo cuyo principal pabellón lleva el nombre de José Alfredo Martinez De Hoz.

Y si no, basta con escucharlos hablar de Piquetes de blancos, llamando a la insurrección y al sitio por hambre a las ciudades, a firmar pedido de plesbicito por SMS para reemplazar a la presidenta, o directamente golpeando las puertas de Olivos pidiendo su renuncia. A una presidenta que hace nada más que 110 días, asumió con el 45 % de los votos.

Y no duden, señores dirigentes agropecuarios, que sus aliados, en alguna otra oportunidad de gobernar que tengan y que ya están buscando, se van a encargar de hacer desaparecer a los 180.000 pequeños y medianos productores que se salvaron de la década del 90, y a los cuales este gobierno rescató.