Van quedando pocos de estos valores, por lo cual
nuestra Agrupación dentro de los principios que
le dieron nacimiento, le brinda este sencillo homenaje
escrito por el Dr. Jorge Rachid.
Una extraordinaria presencia en toda una generación de argentinos, dejará sin dudas una enorme ausencia.
Lo sufriremos quienes encontramos en ese ser humano excepcional la respuesta justa, en el momento indicado, desde una concepción filosófica profundamente humanista y desde una práctica sin máculas ni tachaduras, en un mundo acostumbrado al posibilismo y la corrupción.
Lo hemos tenido que “aguantar” en sus enojos siempre fundados en el compromiso con el hombre, con el pueblo, el movimiento peronista y
No tenía medias tintas en sus escritos ni en sus actitudes de vida, no fue un médico lavado por el sistema, por lo contrario fue la expresión acabada del compromiso en su máxima expresión, desde lo cotidiano a lo trascendente.
Le quedó chica la medicina y el peronismo para entender el mundo, se zambulló en las inhóspitas lecturas de los filósofos en una búsqueda constante del saber, esa incansable necesidad del hombre de alcanzar el conocimiento en la afanosa búsqueda de la verdad, que siempre nos lleva a ser mas humildes y mas sabios.
Fué uno de esos filosos analistas de la realidad, observada desde una visión totalizadora y abarcativa del ser humano como conjunto social, desde Spinoza con quien nos torturó hasta el cansancio para poder entender desde su punto de partida, los análisis de la coyuntura que realizaba.
Embistió con fuerza contra los mayores enemigos imaginables de esta época de globalización : la industria farmaceútica alopática y sus derivados de agrotóxicos y otros químicos desfoliantes y desertizadores. Todo un desafío que supo sostener con dignidad y sin dobleces sin poder terminar su libro sobre
Fue capaz de renunciar a su Ministerio antes que aceptar dobleces a su diseño sanitario provincial, pese a haber escrito una página histórica en Buenos Aires con la creación de los ATAMDOS, pilares de desarrollo preventivo de la salud y de la atención médica primaria, verdadero icono en la historia médica del país.
Se fue como quería, trabajando, acompañado por Eli su compañera, confidente y amiga del alma. No podía ser de otra manera para quien nos hizo sentir siempre que nos faltaría vida para alcanzar el saber, pero nunca nos debía faltar fuerzas para alcanzarlo.
Un abrazo Floreal, un abrazo nacional, peronista, socialista y revolucionario...carajo...!!! como vos siempre decías y nos dabas ánimo para la pelea.
JORGE RACHID
CABA, 16/04/10