A LA OPINION PUBLICA EN GENERAL, Y A
LOS PRESTADORES DE SERVICIOS MEDICOS ASISTENCIALES DE LAS OBRAS SOCIALES
SINDICALES
Los trabajadores vemos con gran preocupación, como una vez más nuestras obras sociales sufren los embates irracionales por parte de los prestadores o empresas y/o asociaciones de prestadores de servicios de salud, que en forma unilateral pretenden subir el precio de sus aranceles, en algunos casos superando el 100% del valor que facturan en la actualidad.
Debemos decirles a ellos, por si aún no se dieron cuenta, que las Obras Sociales de los trabajadores, da cobertura a más del 50% de los argentinos. Que administrada por los propios trabajadores, sostenemos la solidaridad y la equidad como piedra fundamental de la construcción de un sistema equilibrado y accesible en el acceso a los sistemas de salud de todos los trabajadores, sin distinción alguna.
Es bueno recordar que durante la década de los noventa, también se apuntó a destruir nuestro sistema de la seguridad social para allanar el camino hacia la definitiva privatización del sistema de salud en el país. Felizmente, como era de esperarse, el Movimiento Obrero Organizado, acompañado de algunos sectores de los prestadores identificados con los valores nacionales y populares, plantó su bandera de lucha y desbarató esos intentos.
Ahora quieren volver por lo mismo, bajo el disfraz de la pauperización de los profesionales; o la pérdida de la rentabilidad empresarial o sectorial; o los altos costos de los insumos. Los mismos sectores irreflexivos y pocos comprometidos con la realidad socio-económica de nuestros trabajadores, pretenden que los trabajadores sigamos siendo la variable de ajuste de los mismos sectores privilegiados que en sus desmanejos económico-financieros no tuvieron sensibilidad, ni vergüenza a la hora de demostrar la ostentación de su opulencia, cuando millones de argentinos se sumían en la miseria y la marginalidad extrema. Los trabajadores no estamos dispuestos a tolerar nunca más una situación igual.
Por eso nosotros y nuestras familias, en defensa de nuestras obras sociales, no nos vamos a quedar de brazos cruzados ante lo que consideramos un atropello a un estado de convivencia social que siempre estamos prestos a fortalecer con el conjunto de todos los sectores de la comunidad. Sin embargo seguiremos apostando al diálogo y la concertación en los momentos y lugares que sean necesarios.
Porque si aspiramos a vivir en una comunidad organizada, nos debemos exigir comprensión y concertar entre las partes lo deseable y lo posible en una relación madura. Sostenemos que somos la fuerza motora del crecimiento del país y sus organizaciones, como en este caso nuestras Obras Sociales, permitieron ampliar las bases de participación de la renta nacional a todos los sectores que dependen, directa o indirectamente, de nuestra existencia. Y en esta participación están los profesionales y prestadores. ¿Entonces por qué destruir al sistema que nos permite mantener una permanente estabilidad laboral a todos los sectores involucrados?
También nos dirigimos al mismo Estado, que como garante de la salud de la población, no puede estar ausente en este tema. La SUPERINTENDENCIA DE SALUD, debe no solo controlar sino también regular a todos los comprometidos con nuestro sistema de seguridad social. Porque si el Estado utiliza los instrumentos legales para controlar y regular, de algún modo, los salarios, los convenios colectivos de trabajo y la política económica en general, también debe velar por el interés general de la población, no permitiendo que una situación sectorial vaya en desmedro del conjunto; sobre todo si en ello está en juego la salud de los trabajadores y paz social, de la que todos somos responsables de mantenerla y consolidarla.
Por último decimos que los trabajadores organizados vamos a agotar todas las instancias en defensa de los legítimos intereses de los beneficiarios de las obras sociales, antes de tomar cualquier medida de lucha que exija defender las conquistas de los trabajadores que tantas vidas y sangre a costado a la clase trabajadora.
-Documento de la Agrupación Gráfica Nacional “7 de Mayo”·-
Debemos decirles a ellos, por si aún no se dieron cuenta, que las Obras Sociales de los trabajadores, da cobertura a más del 50% de los argentinos. Que administrada por los propios trabajadores, sostenemos la solidaridad y la equidad como piedra fundamental de la construcción de un sistema equilibrado y accesible en el acceso a los sistemas de salud de todos los trabajadores, sin distinción alguna.
Es bueno recordar que durante la década de los noventa, también se apuntó a destruir nuestro sistema de la seguridad social para allanar el camino hacia la definitiva privatización del sistema de salud en el país. Felizmente, como era de esperarse, el Movimiento Obrero Organizado, acompañado de algunos sectores de los prestadores identificados con los valores nacionales y populares, plantó su bandera de lucha y desbarató esos intentos.
Ahora quieren volver por lo mismo, bajo el disfraz de la pauperización de los profesionales; o la pérdida de la rentabilidad empresarial o sectorial; o los altos costos de los insumos. Los mismos sectores irreflexivos y pocos comprometidos con la realidad socio-económica de nuestros trabajadores, pretenden que los trabajadores sigamos siendo la variable de ajuste de los mismos sectores privilegiados que en sus desmanejos económico-financieros no tuvieron sensibilidad, ni vergüenza a la hora de demostrar la ostentación de su opulencia, cuando millones de argentinos se sumían en la miseria y la marginalidad extrema. Los trabajadores no estamos dispuestos a tolerar nunca más una situación igual.
Por eso nosotros y nuestras familias, en defensa de nuestras obras sociales, no nos vamos a quedar de brazos cruzados ante lo que consideramos un atropello a un estado de convivencia social que siempre estamos prestos a fortalecer con el conjunto de todos los sectores de la comunidad. Sin embargo seguiremos apostando al diálogo y la concertación en los momentos y lugares que sean necesarios.
Porque si aspiramos a vivir en una comunidad organizada, nos debemos exigir comprensión y concertar entre las partes lo deseable y lo posible en una relación madura. Sostenemos que somos la fuerza motora del crecimiento del país y sus organizaciones, como en este caso nuestras Obras Sociales, permitieron ampliar las bases de participación de la renta nacional a todos los sectores que dependen, directa o indirectamente, de nuestra existencia. Y en esta participación están los profesionales y prestadores. ¿Entonces por qué destruir al sistema que nos permite mantener una permanente estabilidad laboral a todos los sectores involucrados?
También nos dirigimos al mismo Estado, que como garante de la salud de la población, no puede estar ausente en este tema. La SUPERINTENDENCIA DE SALUD, debe no solo controlar sino también regular a todos los comprometidos con nuestro sistema de seguridad social. Porque si el Estado utiliza los instrumentos legales para controlar y regular, de algún modo, los salarios, los convenios colectivos de trabajo y la política económica en general, también debe velar por el interés general de la población, no permitiendo que una situación sectorial vaya en desmedro del conjunto; sobre todo si en ello está en juego la salud de los trabajadores y paz social, de la que todos somos responsables de mantenerla y consolidarla.
Por último decimos que los trabajadores organizados vamos a agotar todas las instancias en defensa de los legítimos intereses de los beneficiarios de las obras sociales, antes de tomar cualquier medida de lucha que exija defender las conquistas de los trabajadores que tantas vidas y sangre a costado a la clase trabajadora.
-Documento de la Agrupación Gráfica Nacional “7 de Mayo”·-