Se fue un reconocido dirigente

Con pedido de publicación del Secretario General de la
FATIDA nos llega el siguiente texto:

…Con profundo pesar nos enteramos del fallecimiento del compañero Juan Molina que no pertenecía a nuestro gremio, pero que fue un hombre del campo nacional y popular, adscrito al peronismo desde sus años juveniles y que fuera conocido por mucha gente, en razón de la publicación de una foto histórica del 17 de octubre de 1945, integrando aquel hecho público extraordinario para la época, sin precedentes en nuestra historia, en la que columnas de trabajadores/as y empleados diversos, -a pesar de que habían sido levantados los puentes sobre el riachuelo para que no pasaran los trabajadores de los frigoríficos de ese entonces- sin convocatoria especial, sino por autodeterminación, resolvieron converger sobre la Plaza de Mayo para reclamar la libertad del Coronel Perón, que se encontraba confinado en la Isla Martín García. A raíz de ello el gobierno militar de ese entonces tuvo que hacerlo traer con premura, logrando así esa “pueblada” el primer éxito de una movilización multitudinaria de autentica raigambre popular.

Juan Molina fue durante muchos años Secretario General de la seccional Morón del gremio de Sanidad y miembro del Secretariado Nacional, bajo la conducción del inolvidable compañero Amado Olmos. En los tiempos de la “resistencia peronista” en 1956, Juan Molina integró los cuadros mas activos, corriendo serios riesgos su propia integridad humana y durante la dictadura de Onganía estuvo en la confrontación dentro de la que se llamó CGT de los argentinos. Siempre distinguido y respetado por amplias capas de dirigentes, delegados, activistas y afiliados, no solo de su propio gremio, sino de todos aquellos que militaron en el campo de las ideas y la política, oponiéndose permanentemente al imperialismo internacional y a los gerentes internos, siempre prestos a dar sus servicios de “cipayos”, contra los sectores populares y nacionales. Fue Delegado Regional de la CGT Morón.

Durante la sangrienta dictadura de Videla y demás secuaces, muchos de los cuales recién ahora están siendo juzgados, Juan Molina y sus compañeros de la zona oeste, integraron los cuadros de aquellos contados valientes dirigentes sindicales que al margen o contradiciendo a sus propias centrales que callaban o, peor aun algunos, estaban en actitud complaciente con la dictadura, se animaron a conformar un movimiento que se llamó “de las Regionales”, que formaron un frente opositor tanto contra aquel gobierno, como contra el sindicalismo oficialista. Allí después culminó ese movimiento, junto con un puñado de gremios de orden nacional, conformándose la CGT que se denominó de la calle Brasil con Saúl Ubaldini a la cabeza.

Ya siendo hombre mayor y un tanto enfermo, en la década del 90 también nos hizo llegar su apoyo junto con otros destacados militantes de la zona oeste del conurbano bonaerense, para el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) contra la “segunda década infame”.

El 10 de este mes a los 82 años dejó su físico en la tierra, pero nos dejó su ejemplo de vida y de militancia al servicio de la causa sindical y política del peronismo, sin claudicaciones, sin enriquecerse, sin traiciones ni negociados, siempre solidario con los presos políticos y sindicales y los más necesitados.

Vaya el mejor recuerdo de quien integró también esa pléyade de grandes hombres, que la Argentina tuvo y está necesitando.

Es quien ocupa el centro de la toma histórica en la Plaza de Mayo, el 17 de octubre de 1945, día de la Lealtad Peronista.