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domingo, 1 de noviembre de 2009

"Respuesta al Duhalde de Clarín"

El Secretario General de la Organización Peronismo Militante, Hector "Gallego" Fernández
respondio a las declaraciones de Eduardo Duhalde en el diario "Clarín".

No es el ánimo descalificar el pensamiento del Dr. Duhalde, las motivaciones de responder al reportaje efectuado por Clarín, es el debate en torno al peronismo, desde la impronta y el pensamiento liberador que marcaron los liderazgos que nos llenan de orgullo, y el reconocimiento que tuvieron y tienen en nuestro pueblo.
El Dr. Duhalde debería explicar que entiende por desarrollo, esencialmente porque en su carrera política suele utilizar conceptos, que en el imaginario de nuestro pueblo abren expectativas de mejorar su calidad de vida, y luego las políticas que se instrumentan, producen todo lo contrario, me remito concretamente a la llamada “REVOLUCION PRODUCTIVA”.
En el reportaje, trasluce quienes son los actores centrales de ese desarrollo, “Las grandes empresas”, y cuestiona que el gobierno no les deja plena libertad, motivo por el cual no forman capital en el país. Su teoría no es nueva, ni tampoco el discurso; Ud. nos dice “cuanto mas ricos y más concentrado sea el poder económico, mejores calidades de vida le espera al pueblo argentino”.
Lo que Ud. propone, los hemos probado con varios gobiernos, el plan Prebisch de la Revolución libertadora, incorporándonos a los organismos internacionales de crédito, el de Frondizzi, en el marco de la Cooperación e integración regional, promovida por EEUU, en los sesenta, El estado corporativo de la Revolución Argentina de Onganía, la estructuración diversificada del capital desarrollada por Martinez de Hoz, el remate del Estado y los marcos desregulatorios del gobierno que compartió con Menem, y el interregno en el cual gobernó.
En todos se puede verificar que los ricos fueron más ricos y el pueblo quedó más empobrecido. Como peronista, permítame seguir creyendo que Perón tenía razón, “Los ricos deben ser menos ricos y los pobres menos pobres”. Para ello manejaba dos conceptos inalterables en sus decisiones de gobierno en materia de política económica, “Al mercado lo controla el estado en beneficio del pueblo, o lo hacen los grandes consorcios en beneficio propio”, “El capital debe estar al servicio de la economía y esta al servicio del hombre”.
Ud. invierte los términos de la relación, y para que no queden dudas de su orientación política e ideológica, amplía sus conceptos sosteniendo que a los empresarios, hay que rodearlos de prestigio social. Palabras que no denotan la condición del Status Weberiano, sino que los intereses particulares de estos, pasen a ser el interés general de la Nación, por la mediación política, del Estado y el bipartidismo que Ud. exalta.
Sabe Dr. Duhalde; Evita, estaría más preocupada, por rodear de prestigio social, a los trabajadores, al pueblo empobrecido, a los miles de argentinos absolutamente desprotegidos, a los pequeños empresarios y productores, no a los responsables o beneficiarios directos, del saqueo y la humillación de nuestro pueblo.
Tal vez cuando Ud. era presidente del Senado en el primer gobierno Menemista, no recibía leyes con fecha de aprobación, y era mucho más profuso el dialogo con la oposición. Ese dialogo que pareciera ser la esencia, de la referida calidad institucional, era acertadamente calificado por el pueblo, como un “tome y daca”, de componendas, que nada tenían que ver con el interés de los argentinos. Fue ello Dr. Duhalde, lo que generó la crisis de representatividad, y el desprestigio en toda la actividad política.
No es la calidad Institucional, la que resuelve el desprestigio de la política, es la calidad de la democracia, y como “los gobiernos hacen lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés el del pueblo”, el pueblo es el sujeto de transformación Dr. Duhalde, no objeto de las políticas de las grandes empresas.
Es legítima su lucha por restaurar la vieja corporación política, es innegable que desea la alternancia, los años dorados de dialogo entre Ud., Menem y Alfonsín, seguramente en su calidad de ajedrecista, tiene planificadas la principales jugadas hasta el 2015; sacrifica las piezas importantes para el 2011, y consolida la reina para retomar el control del estado en la alternancia. No es que involuntariamente sea funcional al Vicepresidente, por el Contrario Cobos es funcional a su estrategia, movida predilecta de quienes practican el ajedrez.
No emito juicio de valor sobre su estrategia, pero está absolutamente reñida con la práctica política del peronismo, nosotros somos el “Hecho maldito en el país burgués”, de carácter revolucionario, donde el protagonismo popular, no se circunscribe a una elección interna, sino a viabilizar las demandas populares que procesa un enorme Movimiento de Liberación, donde la competencia electoral es tan sólo una forma para dotar de legalidad, a liderazgos legitimados por el pueblo.
Mi identidad peronista, no tiene hoy más opción, que fortalecer el liderazgo de Nestor Kirchner, pero las razones por las cuales deseo que sea presidente nuevamente en el 2011, todas ellas orientadas por los valores mas nobles y los aciertos más trascendentes del peronismo, son las que Ud. cuestiona. Por el contrario aquello en lo que soy crítico del gobierno, es todo lo que Ud. no critica. Lo paradojal, pone en evidencia que Ud. quiere resignificar el imaginario peronista, desde el liberal-capitalismo, en esto sin ánimo de faltarle el respeto, le sugiero que sea honesto y lo planteé de manera explicita a nuestro pueblo, y a los compañeros peronistas sus convicciones más profundas.
De cualquier forma, también debiera sincerar críticamente ante nuestro pueblo, los desaciertos de sus decisiones políticas, que han dañado y empobrecido a miles de argentinos, no porque fuese su voluntad este resultado, sino porque todos los mortales no están exentos de cometer errores.
Entre ellas me permito señalarle algunas, sobre las cuales sería muy oportuno conocer su pensamiento actual: La decisión de no construir viviendas de interés social, en el conurbano bonaerense durante sus ocho años de gobierno, con la visión de que los sectores humildes emigrarían hacia el interior; La decisión de adherir a la llamada reforma educacional, e implantar el llamado polimodal, la deslocalización de más del 20% de las industrias del conurbano bonaerense, hacia los países limítrofes, la ausencia de obra pública en infraestructura sanitaria, especialmente de colectores y tratamiento de desechos cloacales, la falta de previsión en el tratamiento de residuos sólidos, el desarrollo exacerbado del hipermercadismo en detrimento del pequeño comercio, el marco jurídico para proyectos urbanísticos aislados en la trama urbana que requería completamientos, generalmente denominados barrios cerrados. Me gustaría saber si aún considera que haciendo calles con pico y pala, es una actividad económicamente productiva.
Pero esencialmente sería bueno que nos explique, porque considera acertadas las medidas económicas del breve período en que gobernó el país; puntualmente; porque la devaluación se tuvo que costear con la reducción del poder adquisitivo el conjunto del pueblo, y no opto por otras salidas donde la modificación de la tasa de cambio, afectase a los sectores más concentrados de la economía, verdaderos beneficiarios del modelo convertible y la fuga de capitales.
Yo no lo interpelo desde el telón de fondo que tuvo el “Fondo de Reparación histórica del Conurbano”, ni siquiera pongo en tela de juicio, los alcances de esta reparación, yo lo desafío a argumentar el sentido peronista, de las medidas y decisiones políticas más trascendentes de su trayectoria a partir de 1989.
Este es el debate que nos merecemos los peronistas, para forjar los liderazgos que mejor expresen el proyecto de Liberación y el marco teórico-político del peronismo. Lo demás pertenece a la política liberal.
Gallego Fernández